tag:blogger.com,1999:blog-8168555245193147331.post2852577241734420794..comments2018-01-24T19:51:58.422+01:00Comments on ANIMAL DE FONDO: AVENTURAS EN UN MOCKBHY. LAS CIUDADES SUPERPUESTASAnimal de Fondohttp://www.blogger.com/profile/16613987753827597091noreply@blogger.comBlogger6125tag:blogger.com,1999:blog-8168555245193147331.post-35365140032586772772008-05-17T19:31:00.000+02:002008-05-17T19:31:00.000+02:00Gracias por sus palabras, amigo Julio Roberto; es ...Gracias por sus palabras, amigo Julio Roberto; es asombroso, pero en Cuba no hay esa superposición; es una de las maravillas de ese país: todo el mundo es nadie muy individualmente, que es una forma de decir que es todos también, o que es el uno, o que es el único; vaya lío me estoy haciendo. Pero prueba de ello es esa maldad infantil; se puede mirar a todos a los ojos; no hay esos tics ni ese enajenarse de uno mismo que es común en nuestros otros países; naturalmente que aquí, en España, está también esa mezcla explosiva de Guatemala y a nadie en su sano juicio se le ocurre arriesgarse a ciertas cosas. Pero en Cuba no, en Cuba yo no la he visto.<BR/>Lo de la foto sigue pareciéndome increíble, si hubiera ocurrido aquí. Pero allí fue lo más normal del mundo; la gente no te necesita, es libre, no quiere nada de ti; por eso puede disfrutar contigo por ese simple hecho. Aquél día a los dos nos divirtió la situación; ella sabía que todo el mundo la miraba al pasar, para eso se había pintado así. Y yo, que en otro país hubiera querido tal vez conocerla, estaba contagiado de su libertad de vivir, y me la tomé como una más de tantas maravillas que la vida me mostraba a cada instante. Y pasó el pajarillo y disfruté de verlo volar, como seguramente disfrutó ella de quedar en la emulsión como si se mirara en un espejo.<BR/>Otro abrazo.Animal de Fondohttps://www.blogger.com/profile/16613987753827597091noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8168555245193147331.post-31316191552233473052008-05-17T00:09:00.000+02:002008-05-17T00:09:00.000+02:00Toca ud. mi estimadísimo amigo Fmesmenota, temas c...Toca ud. mi estimadísimo amigo Fmesmenota, temas con los que me he sentido profundamente identificado. La superposición de las ciudades, debo agregar, sucede incluso en estas tan pequeñas, como Guatemala. Se topa uno siempre con la misma gente. Y vaya, con esa maldad ingenua! acá, por estos lares es mezcla explosiva esto. Y de la poesía de su texto, me llevo sin lugar a dudas, la historia de la foto. Disfruto mucho de leerle, ahora que tengo tiempo. Un abrazo.Pradohttps://www.blogger.com/profile/02116884604676269371noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8168555245193147331.post-46987922692518118802008-05-11T22:25:00.000+02:002008-05-11T22:25:00.000+02:00Querida Cariátides: viene estupendo tu comentario,...Querida Cariátides: viene estupendo tu comentario, que me parece que complementa muy bien el artículo y lo aclara. Es que intentar vivir en esa otra pecera es tan refrescante que parecería como una nueva oportunidad de vivir, de trasplantarse, de ser distintamente nadie; de ser ese que pudimos ser, en las circunstancias de otras peceras.<BR/>¡Gracias!Animal de Fondohttps://www.blogger.com/profile/16613987753827597091noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8168555245193147331.post-4897580623667217512008-05-09T13:11:00.000+02:002008-05-09T13:11:00.000+02:00Me gusta el relato. Porque muestras todas las aris...Me gusta el relato. Porque muestras todas las arista de esa complijidad cultural y social cubana. Me recuerda en parte y salvando las diferencias, lo que ocurre en Sevilla y pienso que en todos los lugares turísticos. Hay una Sevilla turística, con sus tópicos y sus roles que se reproducen para los fuera, para los "guiris" como aquí se llama a los extranjeros. No hay más que pasarse por el barrio de Santa Cruz, los alrededores de la catedral y el centro. Es una ciudad que se representa a sí misma, un teatro de la sevillanía, donde no faltan los buscaturistas: la gitana con el ramillete de romero leyendo la buenaventura, el cochero que ofrece un paseíto, el vendedor de postales en acordeón... <BR/><BR/>Y la Sevilla que se vive. Tengo amigos de fuera viviendo en Sevilla muchos años. Yo les sigo llamando aprendices de sevillanos. Siempre están descubriendo aspectos nuevos. Nunca están del todo dentro. Son matices, códigos, giros lingüísticos, expresiones, costumbres, forma de saludar, contacto corporal, gesticulaciones de manos al hablar, cómo pedir en el bar, etc. etc. etc. Me gusta mucho ir al norte, donde todo esto cambia. Donde soy yo el pez que esta fuera de su agua y así, al mismo tiempo, puedo conocernos más desde dentro. <BR/><BR/>Saltar de pecera es lo que tienes, nunca puedes ser totalmente del otro sitio, pero porque no lo eres.Cariátideshttps://www.blogger.com/profile/09033929068338964424noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8168555245193147331.post-71324164621629136082008-05-07T22:13:00.000+02:002008-05-07T22:13:00.000+02:00Jueves, no estoy contento con este artículo. Lo es...Jueves, no estoy contento con este artículo. Lo escribí primero de una forma, lo rectifiqué; quería tocar de lado algunos temas, pero naufrago y me resulta difícil respirar. He llegado a pensar que por qué me habré metido en este lío.<BR/>La Habana es una ciudad compleja, tal vez mucho más difícil de abordar que el resto de Cuba. En la mayoría de los lugares de la Isla seguramente pesa más la inocencia y la bondad que ninguna otra cosa. Claro que sería real lo que te pasó, que seguramente Maykel o Yolanda nos podrían explicar mejor. Pero lo que yo me atrevería a sugerir es que tal vez no haya tanta diferencia entre lo que, como turistas, nos parece bondad o maldad hacia nosotros. En ambos casos, lo relevante, me parece a mí, es la distancia. Y hay un espacio que ocupamos como turistas mientras paseamos por la Habana que está verdaderamente muy lejos de Cuba, muy lejos de donde aparenta estar, aunque no nos demos cuenta. Eso es a lo que llamo falso, porque es una visión que no se parece a la verdadera, que no percibe la inmensa distancia a la que estamos de ellos mientras seamos turistas. Y en ese sentido, bondad o maldad hacia nosotros, son dos facetas del mismo alejamiento, que es lo que importa. Quiero decir que mientras ocupamos esa posición, de la que no es fácil salir, de la que a veces es casi imposible salir, los cubanos no nos ven como se ven a sí mismos. Yo intuyo que sienten una soledad inmensa cuando están junto a nosotros. Y si pretendemos portarnos bien, con lo que <I><B>a nosotros</B></I> nos parecen buenas acciones, o simplemente correctas, no vemos la frivolidad de nuestra forma de abordar las cosas. ¡Ay, cómo explicar lo que quiero decir! Pues intentándolo: Al principio nos parece que hemos hecho una amistad con algún cubano. ¿Qué sabemos de él? ¿Lo hemos escuchado o hemos hablado de nosotros mismos? ¿No nos hemos envanecido mientras contábamos nuestras emociones, las facetas de nuestra vida, las circunstancias de nuestro viaje, los pequeños problemas que en ese mismo viaje nos abordan -por desconocimiento-, en qué paladar comer, qué tabaco comprar, hasta nuestro deseo de compartir una cerveza, una coca-cola o un trago de ron? ¿no nos hemos dejado llevar por la idea de que verdaderamente somos más interesantes de lo que pensábamos? En cualquier caso lo que sí pienso es que en ese nivel, engaño o conversación amigable son la misma moneda, la moneda de la distancia, del dejarnos por imposibles, como un niño al que se ve y se comprende que no va a aprender a leer en este curso, por muchos esfuerzos que hagamos.<BR/>Así que saltar al otro lado significa relacionarse con los cubanos como ellos se relacionan entre sí, que es otra cosa. Es decir, es no estar tan ciego como para pensar que puede haber un discurso distinto cuando se hablan entre ellos y cuando hablan con nosotros. Y lo que interesa, el único sitio donde se puede estar es en esa otra parte, donde la sonrisa no es obligatoria, donde la desazón, la soledad y los momentos bajos también existen, donde los ojos, los imprescindibles ojos pueden de nuevo hablar, y claro que también está el sentido del humor y la alegría.<BR/>Por eso cuando yo he visto a tantas personas volver de Cuba encantados, pensando en los estupendos amigos que hicieron allí en una semana, creo que han visto una Cuba que no es la real, tan poco real como la de tu cara de dólar, aunque la tuya duela y la suya no, aparentemente. A ver si tenemos suerte y nos ayudan a explicarlo mejor.<BR/>Sé que no perderás el compás de tu corazón. Los otros compases no importan tanto -más o menos %).<BR/>Abrazos.Animal de Fondohttps://www.blogger.com/profile/16613987753827597091noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8168555245193147331.post-15770700313306575772008-05-07T07:02:00.000+02:002008-05-07T07:02:00.000+02:00Sí, Femesmenota, yo también soy una abeja, y ahora...Sí, Femesmenota, yo también soy una abeja, y ahora más que nunca animal invertebrado... ¿Y dónde había puesto el aguijón?<BR/>CAsi casi te doy "la razón" en todo (cuidado, que ahí estamos perdidos, que nunca he estado muy cuerda...) salvo en la apreciación de lo que es o no es real. Lo que yo viví, amigo, fue real (¿nos robaron?, ¿nos engañaron más de una vez?, ¿nos veían siempre con cara de dólar?), aunque estoy segura, después de leerte y de leer a los otros compañeros de patio, de que no es la Cuba más hermosa, ni la Cuba por la que yo quise pasar mi tiempo de descanso en una isla, de que hay que saber detenerse en algunas esquinas, invertebrarse en la colmena y rascarse las picaduras si llegara el caso...<BR/>Creo que si vuelvo todo será diferente. Tendré, como poco, diez años más y algunas heridas a cuestas, estaré más cerca de morirme y me importará menos el calor. <BR/>Te agradezco todo lo que escribes y me emociona que quieras mostrarme lo que no he podido todavía ver... Por eso zarpo hacia tu animal de fondo casi todos los días, para recuperar la vista.<BR/>Y por lo demás, sigo aquí, intentando recuperar el paso, no sé si desacompasada para siempre. A mí tampoco me gustó nunca la simetría.<BR/>Un abrazo...Gemmahttps://www.blogger.com/profile/13238502168390636254noreply@blogger.com