miércoles, 4 de junio de 2014

YO SIEMPRE CULPARÉ LOS OJOS MÍOS

Más versos de Luis Rosales. 
Hace unos días salí a caminar con mi hijo menor, que tiene cierta afición por la poesía. Para amenizar nuestros pasos, me eché al bolsillo un librito en dieciseisavo; una vieja antología editada en 1959. Nos paramos, recorrí el índice de autores; al ver el nombre de Luis Rosales pensé que era una elección segura. Con el paso de los años, los versos de Luis Rosales se han quedado en mi vida. He comprado muchos libros y los he olvidado también, pero todavía recuerdo la trepidación de mi juventud cuando tuve por primera vez en mis manos, fresco de tinta, el Diario de una resurrección.
"Gracias, Luis Rosales, la casa está encendida", podría yo decir ahora, tal como escribió él un día.
Al azar de las páginas encontré un poema que o nunca leí o acaso no entendí. Así que buscando un poema para un niño pequeño encontré otro para las obsesiones de su papá.
He sentido mucho a Cuba, la sigo sintiendo todavía; pero, como aprendí esa tarde de Luis, yo siempre culparé los ojos míos.
Vamos con los versos:

ALBOS SENOS EN PÚBERES JARDINES

Yo siempre culparé los ojos míos
HERRERA

ALBOS senos en púberes jardines.
Silencio y carne viva en llama pura.
Juega el mar a la comba en tu cintura.
Tú sola fin sin inmediatos fines.

Ola en calma tu cuerpo, sin jazmines
profundizan los muslos su dulzura,
alas de amor en la ribera oscura,
con un vuelo callado de delfines.

¡Qué pasmo, abril, en tu menor encanto!
Vuelven el rostro atrás vientos y ríos
-tan humano el milagro-, tercos bríos

profundizan el ser vencido al llanto.
Porque Cuba eres tú me dueles tanto.
Yo siempre culparé los ojos míos.

Abril, 1935