lunes, 9 de junio de 2008

SOMBRAS SUELE VESTIR


Sombras suele vestir de bulto bello
Lope

No convencen al alma las razones
Que contradicen a su falso espejo,
Y menos cuando advierte que el reflejo
Se corresponde con sus emociones.

En vez de arrugas, ve condecoraciones;
Ve juventud en vez de rostro viejo;
Y se imagina firme el entrecejo,
Peinando canas en tirabuzones.

Aunque el tiempo su cita ha convenido
Y el alma acude sin cesar, no advierte
Que quien está esperándola es la muerte.

Y como con la vida se ha prendido,
El alma, aunque la vida vaya en ello,
Sombras suele vestir de bulto bello.

22 comentarios:

Cariátides dijo...

Me ha encantado...
Nuestra relación de nuestro interior con la imagen exterior tiene su confrontación en el espejo, pero además los demás reflejan lo que nosotros emitimos en ellos. Complejidades de ambos lados del espejo.

Un saludo cariñoso.

Darth Tater dijo...

¿seremos realmente como nos muestra el espejo? yo como Borges, desconfío de ellos...

Animal de Fondo dijo...

Cariátides: ¿Por qué tenemos que estar siempre de acuerdo? Solamente me queda decir que espero te llegue bien el reflejo de la bella emisión que siempre me envías. ¡Qué harían mis poemas sin ti! Un abrazote.
Y cuidado, Darth, porque el mismo Borges decía que todo el mundo tiene a los cincuenta años la cara que se merece. De lo que no cabe duda es de que, aunque te falte mucho para llegar a la edad en que se obtiene la merecida, la que tienes ahora está estupenda ;) Un abrazo también y gracias por la visita y el comentario.

Cariátides dijo...

No deja de ser curioso Animal, este coincidir, y al mismo tiempo confieso que me gusta. Desde aquí se nota ese fluir de energías, que hacen que las personas conecten desde el minuto uno sin saber por qué, y luego cuando va pasando el tiempo y descubren sus "coincidires" (permíteme este palabro, ya creo que te dije que soy mucho de invertarme conceptos, algo que descubrí después que Cortázar hacía, pues yo conocí muy tarde a Cortázar, pero esto es difícil de demostrar aunque tampoco lo pretendo)

¡Ah! Me llega una emisión de reflejo presiosa. Para ser reflejo de mí he de transformar el lenguaje escrito castellano en el habla de mi dialecto sureño. Creo que nos quitaron la categoría de dialecto, y lo dejaron simplemente en habla. En fin, mis alumnos se sienten mal de no poder escribir tal como hablamos, se sienten que se les niega un derecho, pero creo que sería peor la normativización del andaluz, pues este sencillamente no existe, sino muchas hablas locales cada una con sus propias variantes, aunque haya una diferencia solo de algunos km. Como no me gusta fomentar los nacionalismos, les cuento de por qué hablamos diferente y que es una evolución del castellano, lenguaje que ha permanecido menos alterado por el devenir de la historia... Luego viene la sucesión de anécdotas de visitantes del pueblo o primos que son de otros sitios y que pronuncian así o asá, y que dicen tal palabra o tal otra...en fin son adolescentes pero aún les queda ese lado infantil que tanto adoro.

Un saludo límpido y abrillantado.

Animal de Fondo dijo...

A mí me gusta también, Cariátides, y también uso palabras incorrectas que pienso llevan más directamente al grano que las perífrasis. La verdad es que me gustó presiosa. He estado pocas veces en Sevilla, y muy alejadas de tono. En una de ellas estaba poniendo en práctica, en aquél momento, precisamente un libro de Cortázar, "62, modelo para armar", y por ese motivo convertí, en mi imaginación, la visita en un poco de magia surrealista. Tenía una novia allí que estudiaba entonces Bellas Artes (nuestros amores lejanos) y fui a verla, por primera y última vez, porque enseguida nos peleamos, aunque le escribí después un poema primerizo. Pues aquella novia me llevó por unas tabernas verdaderas de las que todavía tengo un olvido cariñoso. También estuve un día, muchos años más tarde, con mi mujer de viaje de novios, y muchos años antes, en mi infancia, en un enredo en que me metí por querer jugar al tenis. Pero esos relatos los dejo para otra ocasión.
Abrazos

Cariátides dijo...

Sevilla es famosa por sus monumentos, pero a mi lo que más me gusta de ella son sus pequeños momentos, algunos de sus rincones, esas tabernas de las que cada vez quedan menos, y cómo se vive la vida, la filosofía que desprende. Me gusta su calor y su frío, me gusta su noche, su río, me gusta el olor de cada estación, estar en sus calles adoquinadas, pasar por sus casas viejas, con años, son siglos los que hay dentro de muchas paredes. Me gusta oír a la gente cuando hablan, lo que hablan, cómo lo hablan, como si yo fuera de fuera, como si no fuera de ellos, y me sonrío y me gusta, y me deleito.

Abrasos.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Con tanto amor por la literatura, y un don notable para la escritura es díficil creer que te ganara la Arquitectura, ¿acaso sólo deshechaste la hoja y escogiste la piedra sabiéndola más duradera? Debe ser cosa de arquitectos, por lo que veo aquí cada vez más diversas y hermosas, un abrazo

Darth Tater dijo...

Coincido con Yolanda, es una delicia leerte... ¡además hacía mucho tiempo que no leía poesía y me has hecho recordar cuánto me gusta...!
Un beso y a voltear los espejos.

Joselu dijo...

Da gusto asistir a vuestros diálogos llenos de densidad. Asisto agazapado en la sombra, tímido, temiendo ser descubierto y gozando con vuestro gozo de expresar la vida amistosamente. Yo en un tiempo fui un conversador infatigable, pero algo se torció y quedé anegado en un silencio temeroso de no saber qué decir. Comparto con Animal de fondo ese sentimiento de pesar ante el paso del tiempo y la imposibilidad de alcanzar plenitudes luminosas más altas. Y con Cariátides, su humanismo hondísimo y cordial que le lleva a razonar e intervenir tal como a mí hace algunos años me encantaba hacer durante noches azules e infinitas. Creo que estos diálogos son íntimos y profundos entre sensibilidades que no planean sus vacaciones en Matalascañas como forma de prolongar la vida social. Un saludo cordial a todos los que por aquí intervenís.

nor del terror dijo...

siempre leo tan extensos comments aqui que me da pena escribir sólo un par de líneas, pero para escribir necesito inspiración, y para ello tiempo... y ahora tengo tan poco que con leer me conformo.

mi corto pero sincero comment: hermoso poema!

... y corro a atender a Patro, que ya empieza a caminar :S

Cariátides dijo...

Presiosas palabras las tuyas Joselu, siempre tan amable, tan sutil, tan dulce, como una brisa, dejando las palabras posadas sobre el papel, sin apretarlas mucho, para que no molesten, para que sean lo que son, un regalo...

Gracias.

Animal de Fondo dijo...

Cariátides, me doy por abrasado %-)

Querida Yolanda, la hoja, para mí, siempre es más duradera que la piedra, así que escogí vivir de lo fugaz y ser aficionado a lo más duradero. Seguramente pensé que sería más libre así. También te confieso que llevo unas difíciles relaciones con el dinero durante toda mi vida, ya pudiste verlo con mis historias en los restaurantes de Cienfuegos. No me avergüenza cobrar por el trabajo de arquitecto, que es muy evidente y laborioso, y muestra unos resultados patentes y objetivos. Pero en definitiva, la arquitectura como oficio versa sobre una gran parte de contenido material, se expresa materialmente, así que siento que puede tener una correspondencia material también. Me resulta más difícil equiparar un contenido espiritual con productos materiales. Me gustan muchísimas profesiones, pero, por ejemplo, me hubiera sentido mal, muy mal, cobrando por ejercer la medicina. Me hubiera gustado mucho ser médico cubano, como algunos que conocí o ese mismo que cita la periodista de Juventud Rebelde a la que ha hecho mención Fidel hace poco, no recuerdo ahora su nombre y estoy apurado para ponerme a buscarlo, creo que ya tú sabes a qué me refiero. Pero cuando empecé en la universidad no sabía nada de Cuba; fui a ver una operación, a través de amistades, y me horroricé en secreto con los chistes que se contaban allí y la superficialidad y el desinterés mientras había una persona sedada a quien intervenían; más aún, tuve una educación que me hacía ciego para muchas cosas que solamente he logrado ver con muchos años y mucho esfuerzo. Tampoco hubiera soportado bien una jerarquía que supervisara mis palabras o mi pensamiento, con respecto a la vertiente de la hoja. En definitiva, cada uno hace lo que puede y le dejan, y yo escogí la arquitectura con un concepto de oficio, sintiéndome como si hubiera escogido ser carpintero u otro trabajo similar.
Un poco largo me ha salido; es que te extrañaba. Gracias por tus palabras. Un abrazo.

Animal de Fondo dijo...

Gracias, Darth, me haces sentir Nadal ;) No, si cuando yo decía que lo que necesitaba durante toda mi vida era una lectora como tú... estoy seguro de que mi producción, en lugar de ser lo limitadísima que es, habría sido un torrente incontenible. Besos también y gracias, Darth, ¿los volteamos?

Animal de Fondo dijo...

Querido Joselu: Muchas cosas te debemos aquí y me atrevo a decir que en la tetería de Cariátides también se te debe algo. Yo creo que siempre te tenemos presente, al menos yo te tengo, porque te sentimos entretejido también en nuestra telaraña de afecto. Me parece que haces la descripción más exacta de nuestros propósitos; en ese relámpago fugaz de nuestra vida, que a veces ni llega a iluminarnos a nosotros mismos, estoy seguro de que la emoción compartida es una vía segura. Si quieres prodigar tu silencio, te aceptaremos como tú desees; pero si quieres hablar, sabe que tus palabras siempre nos ayudan y nos confortan. Y realmente creo hablar por todos diciendo que te sentimos expresivamente cercano a nosotros, con el estupendo añadido de saberte autónomo de pensamiento, que es precisamente una de las riquezas que nos das. Como tú dijiste una vez, piensas y nos dejas pensar; y la lejanía que pueda aparentar a veces nuestro pensamiento es verdadera cercanía, porque jamás nos frustra, sino que nos enriquece. Y sí, para colmo has adivinado lo insociables que somos algunos, al menos para ciertos usos sociales.
Y gracias, siempre te las daré, por sobreponerte, por cariño hacia nosotros, a tu silencio.

Animal de Fondo dijo...

Gracias por la visita y el comentario, Nor. Y disfruta del momento de Patro-Norman ;) que es un momento precioso y también precioso está él.

Alexia Lefebvre dijo...

Me encantó el poema. A pesar de mi desconfianza por los espejos, y las sombras. Saludos.

Maykel dijo...

Querido amigo, de verdad lamento haber estado disperso en estos días de sonetos y profusos comentarios. He tenido afanes y ya me aguardan otros, pero tenía que decirte, aunque fuese tarde, cuánto he disfrutado la lectura de estos versos fluyentes, sin alardes de retórica, podados de cualquier lectura trasnochada de las preceptivas.
Te envidio mucho ese cincel de sonetos que manejas con tanta naturalidad; decía nuestra Dulce María que un poeta, antes de aventurarse a inmolar la tradición, debe ser capaz de demostrar que sabe hacer un soneto. Esto puede parecer candoroso, es cierto, pero Dulce sabía lo suyo, y el soneto enseña a no desbocarse al poeta.

Te escribo ahora con tanta prisa que ya voy desbocado yo, aunque mucho más quisiera escribirte, en pago por estos enigmáticos juguetes que nos vas obsequiando.
Muchos abrazos: para ti, para la hermosa Cariátides, para nuestra Yolanda y para Joselu; qué bueno que se dejan ver.
Dile a todos que ha llovido mucho hoy -tal vez por eso reaparecí, como recién germinado- y está "presiosa" y mojada y pulquérrima nuestra Sagua la Grande...

Cariátides dijo...

Un "abraso" grande, Maykel y gracias de corazón por tu cariño.

Suscribo las palabras de Animal dedicadas a Joselu.

Besos para todos.

Animal de Fondo dijo...

Gracias por la visita y el comentario, Alexia. Al fin y al cabo, estas sombras están vestidas al menos, ¿no?

Darth, a mí me gustan también ciertos disfraces, como los que te mimetizan con el ambiente. Tuve una tía maestra y soltera, que ya ha muerto, muy anciana. Siempre se enmascaró ella misma las canas, y era que necesitaba mostrar su fortaleza a los demás para que los demás nos sintiéramos seguros a su lado. La quise mucho.
Otro beso para ti. Siempre tu visita me deja con una sonrisa, no sabes cómo te lo agradezco.

Animal de Fondo dijo...

Querido Maykel: la verdad es que te siento ya lo bastante amigo de verdad como para que siempre estés, incluso cuando no estás. Yo suponía que tendrás exámenes tal vez.
Creo que Dulce María lleva razón, porque aunque pueda parecer un adorno añadido, en realidad la sujeción a las reglas fuerza a cultivar la elipsis y obliga a ceñirse a lo esencial. Aparte, es preciso ser un poeta grande de verdad para suplir la falta de música en el lenguaje. La rima y el ritmo, la métrica, añaden, ahora sí, una analogía gestual a las palabras, de la que es muy difícil prescindir. Tengo más argumentos: si la poesía fuera el intento de hallar las palabras perdidas que los dioses griegos, o los Orishas, entregaron a los hombres para que éstos pudieran conocerse a sí mismos, cabe suponer que los dioses hablaran musicalmente. En último caso, repito, hay que considerarse muy fuerte y además serlo, para escribir desnudo, que es escribir en verso libre.
Quién estuviera en Sagua la Grande, contigo y con todos esos amigos a los que mandas abrazos. Ya sabes que me pediría el turno de moler el café.
Un abrazo también para ti.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Animal: bien sé lo que implica escribir regido por una jerarquía, pero incluso en el peor de los casos, siempre hay que dejar fuera del acatamiento el libre pensar.
Fui un desastre en cuanto a formación profesional, desde ingeniera nuclear, hasta sicóloga, no te imaginas lo que cabe en ese diapasón, eso sí, siempre tuve claro que Pedagogía y Medicina no clasificaban. Soy remolona y esas profesiones no dejan margen al desánimo.
Sin embargo el azar me llevó a una prueba de aptutud de periodismo y ahí nació mi "vocación", realmente lo justo sería decir que cuatro meses después de empezar mi primer año universitario al estar por un mes de práctica laboral como parte del programa docente en el periódico ¡AHORA! de la provincia Holguín, enetendí que estaba en el camino correcto.
Asumir que debes de respetar una jerarquía en el acto de la escritura es un reto a veces muy pesado de soportar, pero generalmente cuando entiendes el valor social de lo que haces puedes lidiar con ella, especialmente si lo haces desde una posición ética, y dejando bien claro que puedes hacerlo por encargo, pero nunca malintencionadamente.
A mi favor tengo 13 años de experiencia laboral en los que puedo asegurar que no me ha ido mal, por una parte está el reconocimiento institucional ese que llega en premios y estímulos, por otra y el mejor el de la gente en la calle, que extraños se te acerquen porque confían en tí a contarte sus problemas para que les ayudes, para que les muestres el camino a seguir o simplemente a regalarte un tema de su entorno doméstico, económico o social que creen eres el indicado para abordar.
Ahora no me imagino que hubiese sido de mi vida laboral sin este oficio, creo que si algún momento de mi vida debería de acercarme a la fe en los milagros es el cúmulo de circunstancias que me llevaron a ese examen de aptitud y puedes creer que hay un gozo enorme en lograr un buen trabajo cuando alguien te "indica" un tema desconocido, fuera de tu interés y sin embargo logras a fuer de oficio y trabajo sacar cuartillas dignas de elogio.
Por último agradezo mucho a mi oficio el conocer a diario personas y lugares que para otros no tendráin ningún valor y sin embargo lo tienen.
No quiero que pienses que me enoja lo de que hayas declinado la aceptación de la jerarquía, tal vez yo lo haría ahora pero el punto es que tuve que hacer la elección con sólo 16 años.
Aclaración dos, esto no es réplica a tu comentario, al contrario, y ya que me extendí en exceso, cuento con tu generosidad por haberte robado tanto espacio.
Un abrazo

Animal de Fondo dijo...

Querida Yolanda: Perdoname por la tardanza en contestarte. Me gusta mucho la literatura en sí, y lo que me hubiera fastidiado es haber tenido que vivir de ella. En las "democracias" occidentales, todo lo que se escribe está sujeto más o menos al mercado y las editoriales tienen, claro está, cada una su tendencia. A la larga, como no tengo el talento suficiente, la cuestión está fuera de caso, y la enseñanza, aunque me apasiona, por ahora no es lo mío.
Te confieso que no suelo leer periódicos españoles, lo que aqui suele considerarse una aberración de incultura. Simplemente ocurre que habré visto en mi vida tal vez veinte sucesos dignos de ser reflejados en la prensa, y, por desgracia, ninguna de las veinte descripciones que leí se correspondía ni por asomo a la noticia que yo vi, o al menos a la interpretación que yo me hice a mí mismo de la noticia. Así que descreo de esta prensa.
Pero también creo que sujetar el pensamiento propio e inclinarlo ante quien sabe más que uno mismo no es ninguna degradación y que se puede ser libre haciéndolo, si se hace por un noble propósito. Si se trabaja en conjunto en busca de un ideal, de una empresa humana digna, sumar las pequeñas fuerzas propias al empeño común me parece libertad, aunque eso restrinja a veces la opinión individual de uno mismo. No sé si me expreso bien; no quisiera molestar a nadie con lo que digo. La libertad, para mí, siempre la entiendo más ante uno mismo que ante las cosas externas, y vencerse a sí en pos de una firme ilusión individual o colectiva creo que es la victoria más admirable.
Así que de alguna manera creo que envidio tu posición; tal vez no sea consciente de muchas de tus dificultades, lo que te pido me perdones si es así. Pero en los videos que he visto que haces con tu marido, por ejemplo, siento también que debes recibir mucha gratificación. Y todo lo que me cuentas de las personas que te rodean, todo me despierta el deseo de vivir yo todo eso. Alguna vez hemos hablado de la ingenuidad de algunas personas a tu alrededor. Esa ingenuidad no sabes cómo me atrae, porque no es estupidez sino humanidad sencilla y buena, una meta demasiado lejana para lo que, en contraste, siento yo alrededor mío.
Hace poco leí, rebuscando entre Lezama y Juan Ramón, que hay sociedades que incorporan una visión poética a la vida y otras que no. Por ahora, la mía es de las que no.
Abrazos.