
No sé si se sabe bien quién fue Juan Ramón, sobre todo porque veo los textos que se publican pretendiendo ofrecer su verdadera obra. Con asombro, observo que libros que yo tengo por duplicado, como Animal de Fondo, que estaba junto con "dios deseante y deseado", que estudié en el bachiller, se han suprimido de las supuestas ediciones de su poesía "aumentada y corregida y siempre mejor y más completa que la edición anterior". En España es vieja la tradición de contratar malos traductores para las obras que se pretende que no se entiendan. No creo que sea este el caso. Lo único que puedo decir es que yo poseo la edición de Aguilar, llena de comentarios de Antonio Sánchez Barbudo, errados, a mi juicio, y que aportan oscuridad y confusión en lugar de luz. También la otra de Aguilar de "Libros de Poesía" donde sí está el verdadero Juan Ramón, solo, que no le hace falta ninguna otra compañía y mucho menos una mano que lo retoque o lo "restaure". No me extiendo más, porque el siguiente artículo que estoy redactando será demasiado largo y versará, precisamente, sobre Juan Ramón. Solamente unas palabras de Cintio vitier, que tomo de Marcelo Uribe, a propósito de la publicación del artículo de marras de la ruptura de Orígenes, que expresan la opinión que Lezama tenía sobre el poeta:
"Ante la insistencia de Juan Ramón y dadas las relaciones que nos unían con él desde su estancia en Cuba (1936-1939), Lezama decidió publicar dicha colaboración, titulada "Crítica paralela" en el número siguiente: Varias veces nos dijo (pues tenía tendencia, no a la mera repetición, sino a una especie de estribillo conversacional) que no publicarla sería comparable a no publicarle un texto a Góngora o a Garcilaso. Más que lo anecdótico y secundario (las discrepancias entre los poetas mezclados en el enojoso asunto), iba a lo esencial; y lo esencial para él era que negarle a Juan Ramón, príncipe de la poesía castellana, las páginas de Orígenes sería hacer el ridículo."
Qué decir; me está cayendo bien este José Lezama. Me está cayendo muy muy muy bien.
Nota: esta etapa de su poesía no es lo más fácil de Juan Ramón, que tiene en su haber versos a la medida de cada hombre; no son mejores unos ni peores los otros, a mi modesto juicio. Simplemente, ya que subimos a las alturas, vamos a elegir hoy algo de su época de plenitud. En el siguiente artículo habrá un par de poemas de su madurez también, pero con otro tono. Lo digo para que nadie se asuste (ni yo mismo).
"Ante la insistencia de Juan Ramón y dadas las relaciones que nos unían con él desde su estancia en Cuba (1936-1939), Lezama decidió publicar dicha colaboración, titulada "Crítica paralela" en el número siguiente: Varias veces nos dijo (pues tenía tendencia, no a la mera repetición, sino a una especie de estribillo conversacional) que no publicarla sería comparable a no publicarle un texto a Góngora o a Garcilaso. Más que lo anecdótico y secundario (las discrepancias entre los poetas mezclados en el enojoso asunto), iba a lo esencial; y lo esencial para él era que negarle a Juan Ramón, príncipe de la poesía castellana, las páginas de Orígenes sería hacer el ridículo."
Qué decir; me está cayendo bien este José Lezama. Me está cayendo muy muy muy bien.
Nota: esta etapa de su poesía no es lo más fácil de Juan Ramón, que tiene en su haber versos a la medida de cada hombre; no son mejores unos ni peores los otros, a mi modesto juicio. Simplemente, ya que subimos a las alturas, vamos a elegir hoy algo de su época de plenitud. En el siguiente artículo habrá un par de poemas de su madurez también, pero con otro tono. Lo digo para que nadie se asuste (ni yo mismo).
SOY ANIMAL DE FONDO
"EN fondo de aire" (dije) "estoy"
(dije) "soy animal de fondo de aire" (sobre tierra),
ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un sol
que es carbón allá arriba, mi fuera, y me ilumina
con su carbón el ámbito segundo destinado.
Pero tú, dios, también estás en este fondo
y a esta luz ves, venida de otro astro;
tú estás y eres
lo grande y lo pequeño que yo soy,
en una proporción que es esta mía,
infinita hacia un fondo
que es el pozo sagrado de mí mismo.
Y en este pozo estabas antes tú
con la flor, con la golondrina, el toro
y el agua; con la aurora
en un llegar carmín de vida renovada;
con el poniente, en un huir de oro de gloria.
En este pozo diario estabas tú conmigo,
conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogaba
sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.
Este pozo que era, solo y nada más ni menos,
que el centro de la tierra y de su vida.
Y tú eras en el pozo mágico el destino
de todos los destinos de la sensualidad hermosa
que sabe que el gozar en plenitud
de conciencia amadora,
es la virtud mayor que nos trasciende.
Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú,
para hacerme sentir que yo era tú,
para hacerme gozar que tú eras yo,
para hacerme gritar que yo era yo
en el fondo de aire donde estoy,
donde soy animal de fondo de aire
con alas que no vuelan en el aire,
que vuelan en la luz de la conciencia
mayor que todo el sueño
de eternidades e infinitos
que están después, sin más que ahora yo, del aire.
JRJ