sábado, 12 de abril de 2008

¿FUE INÚTIL LA RUPTURA?. MISCELÁNEA


No dispongo en estos días de "Estética y Ética Estética", de Juan Ramón, porque lo tengo prestado. Por eso, me he puesto a repasar "Ideolojía", que pasa por ser una edición "mejorada" al estar hecha a la vista de los manuscritos, originales, etc, del archivo de Juan Ramón en Puerto Rico. Y cuál no es mi sorpresa cuando veo que figura allí "Crítica Paralela", referenciada en una nota a la edición de Orígenes. Pues bien, en esa "Crítica paralela" no figura la menor alusión a V.A. ni a J.G. El artículo está gravemente mutilado, faltando absolutamente todo lo polémico. Así que, ¿Fue inútil la ruptura de Orígenes? ¿Ha prevalecido al final la opinión de Rodriguez Feo? Pobre Lezama, si esto fuera así. Para colmo, también se ha eliminado el agradecimiento a Alfonso Reyes. Quiere esto decir muchas cosas. ¿Son las nuevas ediciones de Juan Ramón ediciones "aumentadas" como quiere hacernos ver la propaganda editorial? ¿Son las nuevas ediciones de Juan Ramón ediciones censuradas? Ya era raro que no sea fácil conseguir la suma de lo publicado por Juan Ramón en vida. Y más raro aún que, en una obra tan fecunda, realizada en la labor de tantísimos años, se nos quiera mostrar siempre como "algo en marcha", como si todo lo publicado por Juan Ramón no fuera mas que una mera preparación para su obra definitiva, como si esta obra definitiva fuera un simple esbozo que quedó a su muerte y que corresponde a los eruditos definir y fijar. ¿En manos de quién está la obra de Juan Ramón? Yo asistí a una tertulia, en mi adolescencia, con uno de sus parientes y recuerdo con dolor que la conversación se limitó a provocar en nosotros, muchachos, una risa fácil, hecha a fuerza de anécdotas de excentricidades y rarezas.
Así que sin ir a la fuente de Orígenes no es posible conocer en su integridad "Crítica paralela". Y digo esto con motivo de lo que he observado en Ideolojía; puedo estar equivocado y que se haya publicado en otras ediciones, por lo que estaré encantado de cambiar de opinión si alguien me indica que no estoy en lo cierto.
En cualquier caso, copio la relación de lo que en mi ejemplar de Ideolojía (no sea que este caso coincida con el de Uqbar, Orbis Tertius, etc, de la Enciclopaedia Britannica) figura como "Crítica paralela" (la numeración es la de Ideolojía, ya que en Orígenes no hay numeración ninguna):
1. Él no puede
2. Estas cicatrices
3. A una violeta
4. Cuanto menos
5. Todos los sueños
6. El añadido tonto
7. Conciencia en marcha
8. A lo mejor de los dos
9 Le [sic] he comprobado
10. El exotismo
11. ¿Poesía de colores?
12. Pero no
13. Correjir y descorrejir
14. Es indeclinable
15. El orijen
y 16. Mis respuestas críticas
No sé a qué puede venir ni el y delante del 16 ni el "Mis respuestas críticas" sin estar acompañado de esas respuestas. Claro, así es fácil demostrar que Juan Ramón no estaba bien de la cabeza.
Tengo que confesar que toda esta polémica me está apesadumbrando. No soy yo quién para meterme en estas honduras, que no me gustan; pero voy de sorpresa en sorpresa. Empecé a leer Orígenes por Lezama. Empecé con Lezama por María Zambrano. Aquellos polvos trajeron estos lodos, pero no me gustan los lodos. Y como necesito descongestionarme (iba a escribir ya desconjes...) voy a pasar a otras cosas más alegres; por eso lo de Miscelánea.
Buscando algo reconfortante, he ido a parar a "El cristal amarillo" en la edición de Francisco Garfias. Allí está recogida la página de "El jardinero sevillano", que es una de las tantísimas que me gustan de Juan Ramón:

EL JARDINERO SEVILLANO

En Sevilla, Triana, y en un bello huerto sobre el Guadalquivir, calle del Ruiseñor, además (y parece demasiado, pero estas coincidencias son el pueblo auténtico). Desde el patio se veía ponerse el sol contra la Catedral y la Giralda, términos rosafuego entre el verde oscuro. El hortelano jardinero, hombrote fino, vendía plantas y flores que cuidaba en su mirador con esmero esquisito. Quería a cada planta y cada flor como si fuesen mujeres o niños delicados, y aquello era una familia de hojas y flores. ¡Y le costaba tanto venderlas, dejarlas ir, deshacerse de ellas! Este conficto espiritual (los tenía a diario) fué por una maceta de hortensias.
Vinieron a comprársela, y él, después de pensarlo y dudarlo mucho, quedó comprometido en el trato. La vendía, pero a condición, impuesta por él, de vijilarla. Y se llevaron la hortensia. Durante unos días el jardinero estuvo yendo a verla, a la casa de sus nuevos dueños. Le quitaba lo seco, la regaba, le ponía o le sacaba un poquito de tierra, le arreglaba las cañas. Y antes de irse se estaba un rato dando instrucciones para su cuido: "Que debe regarse así y no así, que el sol no tiene que darle sino de este modo, que mucho cuidado, señora, con el relente; que lo de más acá, más allá".
Los dueños se iban cansando ya de sus visitas. ("Bueno, bueno, hombre, no sea usted pesado. Hasta el mes que viene", etc) Y ya el jardinero iba menos; es decir, iba lo mismo, pero no entraba. Pasaba por la calle y veía la hortensia desde la cancela. O entraba rápidamente, pasando su vergüenza, con un pretexto. "Aquí traigo esta jeringuilla que me he encontrado, para que la rieguen ustedes mejor", o "que se me había olvidado este alambrito", o lo otro. Y con estas disculpas se acercaba a su hortensia.
En fin, un día llegó nuevo y decidido. "Si ustedes no quieren que yo venga a cuidarla, me dicen ustedes lo que les doy por ella, porque yo me la llevo a mi casa ahora mismo". Y cojió entre sus brazos al macetón añil con la hortensia rosa, y como si hubiera sido una muchacha se la llevó."

Quería también hecerme eco de las preguntas que Yolanda Molina hace en su blog sobre la amistad. He pensado contestarle desde aquí, con objeto de que podamos compartir nuestros lectores por si tuvieran la amabilidad de participar.
Con respecto a la amistad, lo que me la definió hace muchos años, y no he sabido cambiarlo, lo escribió Séneca en su carta IX:
"¿Me pides cómo nos podemos hacer un amigo rápidamente? Te lo diré si te avienes a que te pague en el acto lo que te debo [Séneca sostenía que, para tener un fiel de riqueza, entregaría un tesoro ajeno en cada una de las cartas] y quedemos en paz por lo que a esta carta se refiere. Dice Hecatón: "Te enseñaré una receta para hacerte amar sin drogas, ni hierbas, ni versos mágicos de bruja; si quieres ser amado, ama."
Sigue diciendo más tarde: "Quien comience a ser amigo por conveniencia, acabará de serlo también por conveniencia. Llevará la ventaja a la amistad cualquier recompensa si en la amistad preferimos cualquier cosa distinta de ella misma. "¿Por qué contraer una amistad?" A fin de tener por quien poder morir, de tener alguien a quien seguir en el exilio, a quien salvar la vida a expensas de la nuestra. [...] el amor puede definirse como una amistad enloquecida."
Y en la carta VI: "¿Me preguntas qué progresos he realizado? He comenzado a ser amigo de mí mismo". Grande fue el progreso que hizo: nunca más se encontraría solo. Puedes estar cierto que este hombre es amigo de todos. Consérvate bueno."
Termino. También Séneca tiene detractores por doquier, pero no quiero entrar hoy en esa polémica. Solamente diré, en su favor: ¿Acaso puede el escorpión dar leche de vaca?

Adenda: Tengo ya en mi poder "Estética y ética estética", en la edición de Garfias. También está suprimida la parte de la polémica. Se conserva el agradecimiento a Alfonso Reyes. En la introducción, Garfias se justifica: "Hemos procurado, tanto él [Francisco Hernández-Pinzón Jiménez. sobrino del poeta] como yo, que las páginas aquí reunidas tengan un alto nivel de calidad, desechando críticas primerizas o notas de menor interés; procurando, dentro de lo posible, que toda la labor reunida tuviese ese sello de exigencia antológica que el poeta deseaba para sus libros."
Tal vez la clave esté en el "dentro de lo posible".

4 comentarios:

Yolanda Molina Pérez dijo...

Fmesmenota:
El texto de Cintio ya lo conocía, está incluido en Cercanía a Lezama, a fin de cuentas la ruptura de orígenes, como casi todas, es una cadena de mal entendidos, sazonados con sobrebia e intransigencia, peor al pensar en la magnitud de los implicados ¿por qué la grandeza ya no es contemporánea?...
Al leer las palabras de Séneca recordé una frase de Wilde que dice que amarse a sí mismo es el inicio de un idilio de larga duración y sí es preciso amarnos, pero no con egolatría, sino con la satisfacción de sabernos en paz con nosotros mismos, para poder amar a otros sin el temor a estigmatizarlos, sin el temor a ser descubiertos en nuestra verdadera esencia, a la amistad le es inherente la transparencia, la literal y la figurada, yo también padezco de malos entendidos por el hábito (¿debería de calificarlo de malo?)de ir siempre de frente, pero necesito mirar por donde camino y no he aprendido a hacerlo de espaldas..
Gracias, por todo, un abrazo

Animal de Fondo dijo...

Yolanda: muchas veces me resulta difícil contestarte, porque sabes llegar muy directamente al punto final del trayecto. Y una vez en el final, ¿qué te puedo decir? Nada más que sí, que estoy de acuerdo contigo. Sí, en definitiva, fue una pena la ruptura de Orígenes.
Me gustó lo de caminar de frente y de espaldas, y, la verdad, estoy muy orgulloso de haber acertado contigo a la primera. ¿te acuerdas de mi primer comentario en tu blog? Decía más o menos eso, que vas de frente. Y me alegro un montón de ese acierto; por ti y por mí.
Un abrazo, Yolanda, y gracias también a ti por tu fidelidad.

frikosal dijo...

Me cuesta seguirte, pero creo que debo felicitarte por el nivel de estas entradas. Siempre nos quedará Uqbar.

Animal de Fondo dijo...

Frikosal: Gracias. Valoro tu comentario en lo que supone para mí: un montón.
Un abrazo, en lo micro y en lo macro.