jueves, 22 de mayo de 2008

EL MANIERISMO


Como ya mostré al hablar de mi predilección por Correggio en el Prado, me encanta el manierismo. El siglo XX rehabilitó este momento de la pintura, que durante algunos siglos fue despreciado y asimilado casi a la idea de amaneramiento. Sin embargo, nada más lejos de sus intenciones y de sus recursos estilísticos. Para mí, el manierismo es el primer intento de hacer lo que se ha dado en llamar pintura-pintura, casi como una primera cara oculta de la abstracción. Abstracción en el sentido de apartamiento de la naturaleza como modelo, de modo que si el renacimiento trata de copiar poniendo en equilibrio a la naturaleza, el manierismo intenta sustituirla y comportarse como naturaleza él mismo; es decir, pasa de la imitación a la creación, y sus contenidos no tienen otro modelo que el de la propia pintura.
Frente al idealismo del arte clásico del último renacimiento, frente a su equilibrio artificial, el manierismo pretende reflejar la verdadera realidad, la contradictoria, la que se convulsiona, la inconforme consigo misma, la crítica. Y todo esto lo hace, no como lo haría el siglo XX, por oposición radical a lo figurativo, sino tomando las bases formales de lo figurativo y conmocionándolas con la inserción de un espíritu rebelde en ellas. De un espíritu desgarrado, agitado, que casi no cabe dentro de su expresión formal y por eso estira los cuellos y abre las manos como en una coreografía de Lizt Alfonso.
¿Es posible vivir con la paz que reflejan las obras de Rafael Sanzio? ¿Se puede compatibilizar vida y fe? ¿Hay felicidad con el hombre inserto en una estructura social despiadada? El manierismo refleja la tragedia interior de no saber cómo; no es un estilo progresista, en el sentido de saber cuál es el camino correcto, sino un estilo atormentado, como el del que desconoce la solución, pero piensa que las cosas no pueden ser como nos las dictan quienes ostentan en ese momento el poder y la fe.
Siempre me ha gustado lo que la literatura expresa veladamente sobre otras literaturas, lo que la pintura y la música nos muestran de las relaciones de su autor con otras músicas y con otras pinturas. Es decir, muchas veces he preferido lo pintado a lo vivo, por mucho que esto pueda ser una aberración. Claro, para el ser inocente que logra vivir en la naturaleza, todo arte es superfluo. Pero para quien se ve rodeado de construcciones humanas, de estructuras artificiales, de contradicciones que se ve forzado a resolver para vivir, la naturaleza tiene que quedar muy lejos, y lo que importa son las consideraciones que otros hombres hagan de los problemas que nos atormentan, de los enigmas, no naturales, que desbordan nuestro pensamiento. Y el manierismo es tal vez el más vivo retrato de esa contraposición, de ese desgarramiento. A los pintores manieristas no les interesa lo que existe sino lo que se ha pintado ya. Ese es el libro en que saben leer. Y sus espectadores tienen que ser, por tanto, quienes se encuentran en el mismo brete: no saber cómo compaginar instinto y fe, libertad y estructura social. Entre reforma y contrarreforma, el manierismo es una especie de limbo, fuera de la creencia en la verdad, fuera también del propósito de convicción y de conmoción del barroco. ¿A quién iban a convencer los manieristas, si no sabían verdaderamente cómo vivir? Frente a la reforma, los manieristas no son capaces de creer que todo sea tan simple; frente a la contrarreforma, los manieristas se niegan a la manipulación que exige, y a la popularidad que busca. Si algo fue el manierismo, fue un arte oscuro, cuidadoso de que apenas nadie más que los propios pintores entendiera toda la carga crítica y rebelde que aquel modo de entender (o expresión del no entender) comportaba.
A menudo no nos damos cuenta de que nuestras rebeldías están previstas y son un eslabón más en la cadena que nos ata. Quien tiene la posibilidad de decidir, decide si nos corresponde ser clásicos o románticos. ¿Estamos seguros de que cuando nos oponemos a la moda no hacemos moda? Lo crucial, lo que siempre perdemos esta humanidad desdichada, es la libertad interior. Podemos creer que siendo barrocos nos oponemos a esas cadenas, sin ver que ser barroco en un momento histórico es lo único que se puede ser. Admiro a los manieristas porque creo que fueron los únicos -o casi los únicos- que, sin que se diera cuenta quien lo hubiera impedido, arrojaron por la borda la convención y el dictado, para hacer, de alguna manera, lo que les venía en gana; fingiendo asumir las reglas, las rompen completamente; expresan que no admiten la alienación y que harán lo que sea por evitarla.
Lamentablemente tal vez, el manierismo es un momento fugaz, sin continuación y sin precedentes que yo conozca. No sé si ha habido en toda la historia del arte pintores que se hayan enfrentado más radicalmente que ellos a lo convencional. Lo convencional, que de alguna forma lo intuyó, trató de confundir su grito con amaneramiento. Pero cuando veamos al resucitado de Correggio apartarse y abrir las manos frente a la Magdalena postrada, no pensemos, por favor: Qué cuadro más amanerado. Pensemos más bien: Qué pintor tan rebelde.

16 comentarios:

Víctor Sampayo dijo...

Hay un momento en que el protagonista de "Manual de Pintura y Caligrafía", de José Saramago, sabe que ya no podrá hacer retratos "normales" para hombres acaudalados. Llegó por fin a un punto de no retorno: empezó a hacer arte. Un cuadro que formalmente cumple con todas las reglas de la solemnidad, tiene, empero, un elemento, algo inaprensible a simple vista que produce un efecto extraño: como si alguien de pronto soltara una risa en medio del silencio...

odette farrell dijo...

A mi ese libro no me gustó...esperaba mucho más de Saramago. Quizás es mi problema que al ser pintora y tener muchas dudas... pretendo encontrar las respuestas en la literatura y las respuestas las debo encontrar en la pintura misma.

Cariátides dijo...

Una vez más encontramos piezas iguales en nuestros particulares puzzles. Me encanta el Manierismo, por todo lo que cuenta y por sus equilibrios imposibles. Me ha encantado tu análisis y tu defensa. Me encantan todo lo que tenga varios niveles de profundidad,todo lo que tiene fondo, todo lo que contenga simbolismo y más de un significado. Me gusta cuando el artista adquiere su propia libertad de expresión aunque tenga que someterse a ciertas normas del momento. Me gusta quien es capaz de innovar en algún aspecto. Me gusta lo transgresor y lo que rompe. Y tienes razón, lo que va contra el sistema establecido también se convierte en moda.

El Manierismo dejó para la posteridad el arte de los escorzos, influyendo en otras artes posteriores como, por ejemplo, en la fotografía.

Un saludo Animal, ¡¡¡cuánto fondo hay aquí!!! No deja de ser una sorpresa continua este espacio.

Animal de Fondo dijo...

Víctor, confieso que no he leído ni una línea de Saramago. Tengo un prejuicio grande, que me salto cuando quiero, claro, contra la lectura de autores vivos o digamos de autores actuales. Pero con Saramago me influyó, además, una polémica que hubo con respecto a Cuba hace años; polémica que no recuerdo y que tal vez ni fue como yo me la imagino, pero que me hizo perder interés por él. También me pasa que he llegado a una edad en la que lo sensato me parece releer. ¡Ya ves cuántos prejuicios tengo! Sin embargo, estoy apasionado por Lezama, de quien solamente me he atrevido a leer un cuento, previa petición de ayuda a cinco amigos para que lo leyeran al mismo tiempo que yo y así ayudarnos mutuamente. Así que Lezama ha vencido arrasadoramente mi prejuicio.
Gracias por tu visita, por tu comentario, y un abrazo para ti.

Animal de Fondo dijo...

Odette, seguramente llevas razón y para un pintor las respuestas estén en la pintura más que en otra cosa. Precisamente he pensado algunas veces que hay un defecto común en ciertos pintores actuales que consiste en pintar lo que en sí debería ser literatura; a ver si me explico con un ejemplo: esos cuadros de ojos tristes que quieren contar una historia y le hacen a la pintura flaco favor, porque convierten en sentimentalismo la emoción, que es lo único que la pintura tolera. ¡Qué complicado me quedó!
Abrazos.

Animal de Fondo dijo...

Pues sí, parece que nos entendemos muy bien, Cariátides. Pero además de las "condiciones objetivas" como diría algún cubano o cubana, parece también que lo hemos decidido así, que es más importante todavía, creo yo. Qué bonito es sentirse del mismo lado con otros; es casi la única forma de ser amigos que hay. Así que saludos desde el lado de acá, del que decía Cortázar, donde se está tan calentito, la verdad.
Un abrazo y gracias por tu visita y por tu comentario.

Cariátides dijo...

Mi querido Animal, tengo en mi blog algo para ti con mucho cariño.

odette farrell dijo...

Excelente tu comentario Fmesmenota... me encantó lo de esos cuadros de ojos tristes que quieren contar una historia. Sí...conozco muchos así :(((

Yolanda Molina Pérez dijo...

Fmesmenota:
Sí que somos una obsesión para tí, de cualquier forma llega Cuba, me han encantado tus últimas entradas, aunque estoy más que escasa de tiempo, sobre los restaurantes, con la foto basta para que los amantes de vivir a régimen te demanden por mermar su voluntad, la cocina es una de mis pasiones.
Sobre arquitectura, las casas tienen que parecerse a las personas que las habitan, y lleva su tiempo lograrlo, mejor si quien la diseñó, pensó en dejarte un espacio para el acomodo, ya Maykel se quejó de las edificaciones "Girón", así que no me repito y tú las has has visto replicadas de una punta a la otra de esta isla.
Sobre el manierismo, reitero algo que antes dije, en arte me dejo llevar por la emoción, mejor si lleva el entendimiento, de cualquier forma comparto tu defensa, como siempre un placer estar por aquí un abrazo Yolanda

Gemma dijo...

Vaya, este texto es de los de "repaso", de los de "relectura", de los de estudiar... Y con esta dedicación, una no encuentra tiempo de escribir unas líneas mientras se toma el cafecito correspondiente...

Fmesmenota, hoy te cito:

"El manierismo pretende reflejar la verdadera realidad, la contradictoria, la que se convulsiona, la inconforme consigo misma, la crítica".

"El manierismo refleja la tragedia interior de no saber cómo".

"Lamentablemente tal vez, el manierismo es un momento fugaz, sin continuación y sin precedentes que yo conozca".

Creo que algo he aprendido y que otras cuestiones he poetizado (mi fondo de sinrzón y de ¿egocentrismo poético?, ya ves...): me nacieron manierista, amigo, me dijeron desde siempre que tenía carita de pintura del Greco (¡quién sería ese señor!): ya os podéis imaginar el dibujo de mi rostro...

Y ahora digo que soy diseño de verdadera realidad, doliente, estirada, contradictoria, poco simétrica... Y afirmo también que quizá esta nariz y esta barbilla reflejaban ya, en el útero de mi madre, la "tragedia de no saber cómo"... Y por último: siento la fugacidad del momento manierista... aunque siga viva (de momento).

Bueno, creo que en realidad aprendo poco... A estas alturas no me importaría repetir curso o posar desnuda para un pintor manierista... ¡Que me vistan de colores y de rebeldía!

Un abrazo más ignorante que nunca...

Maykel dijo...

Hauser acabó de hacerme enamorar de los manieristas. Fueron menospreciados, se les acusó de hacer un arte ancilar "a la manera" de los verdaderos maestros del Renacimiento. Los manieristas en cambio produjeron por primera vez un arte "intelectual", una pintura verdaderamente conceptual.
(¿Me aprendí bien la lección, Jueves?)
Siempre me parecieron muy ingeniosos los "trucos manieristas"; esa buena costumbre de llevar al primer plano una escena que no estaban contemplada en la composición canónica; poner lo habitualmente significativo detrás, oscurecerlo; por supuesto que no fueron comprendidos y tuvieron que disolverse en los tiempos que vinieron...
Ah, Leonor de Toledo... parece hierática pero si se la mira bien no lo es, claro que no...
Dicen que el Bronzino la pintó cuando ya estaba muerta; yo no lo creo.

Animal de Fondo dijo...

Pues como dice Maykel, lo que entendí de los manieristas se lo debo a Hauser, como tantas cosas. ¡Qué escritor tan bárbaro! No sé si te acuerdas, Jueves, de que te lo recomendé una vez en un comentario. La "Historia social de la literatura y el arte" es una revelación tremenda cuando se lee; aunque seguramente produce también cierta transformación; hace unos meses se lo hice comprar a un amigo, que quería saber acerca de Egipto. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando no encontramos casi nada de lo que yo le decía que estaba allí. Y el caso es que yo perdí mi antigua edición, así que no puedo saber si las nuevas ediciones han cambiado o yo llevo media vida diciendo que Hauser dice cosas que no dijo. Su libro "El Manierismo" me parece una maravilla, y me asombra que Maykel lo haya leído todo. Yo creo que nos merecemos una explicación por parte de Maykel: ¿Qué maestros has tenido? ¿Cuál es el secreto?
Y lo siento, Jueves, pero aunque seas una luz brillante (y ojo como interpretan esto nuestros amigos cubanos), no eres manierista.
Abrazos y gracias a todos por los nuevos comentarios.

Gemma dijo...

Vaya, pues si no soy "manierista" y tengo que buscar el libro e Hauser, y venga cosas... ¡a ver dónde encuentro yo mi lugar en el mundo, perdón, quise decir en la historia del arte! :)

Abracillos

odette farrell dijo...

Cuando tengas tiempo me gustaría nos hablases un poco más de lo que escribió Arnold Hauser

Animal de Fondo dijo...

Perdonad la demora; he estado flojo de tiempo y luces. Todo para decir que Jueves ya ocupa un inmenso lugar en mi mundo, que es mi historia del arte; es todo lo que tengo; en el de los demás, no sé.
Y con respecto a tu petición, Odette, se intentará hacer, si puedo. Hace muchísimo que no leo a Hauser, y para esta entrada simplemente me repasé lo que tenía subrayado del libro "El manierismo".
Un abrazo a las dos.

Anónimo dijo...

TAMPOCO YO CREO QUE EL MANIERISMO SE TRATE DE UN ESTILO "A LA MANERA DE". EN CADA OBRA DE ÉSTA ETAPA DE LA HISTORIA DEL ARTE SUS AUTORES BRILLAN CADA UNO CON LUZ PROPIA. AQUI NO EXISTE LA BURDA IMITACIÓN. UNA DE MIS OBRAS FAVORITAS ES "AUTORETRATO EN UN ESPEJO CONVEXO" DEL PARMIGIANINO; ICONOCLASTA ABSOLUTO, BUSCA LA FORMA MÁS EXQUISITA Y EXCÉNTRICA DE DEFORMAR Y DISTORCIONAR UNA IMAGEN; HOMBRE QUE LE FASCINABA EL OCULTISMO,Y QUE DEBÍA CAVAR TÚNELES PARA CAMINAR DENTRO DE ELLOS; ÉPOCAS DE REPRESIÓN, DE ACATAMIENTO HACIA EL PODER QUE REINABA; ASÍ ES QUE ME GUSTA TAMBIÉN ESA OBRA DE FOSCHI CON LA VIRGEN VESTIDA CON ROPAS VERDES CHILLONAS, Y SI SE OBSERVA BIEN, SE NOTAN SUS PEZONES. GENIAL! CADA VEZ QUE ALGUIEN VENGA A ESTE MUNDO A DERRIBAR MUROS A TRAVÉS DE LAS MÁS CONTESTARIAS FORMAS DEL ARTE, YO ESTARÉ FELIZ!