viernes, 28 de diciembre de 2007

ARQUITECTURA, POR QUÉ NO

Agradecido a el objeto A por haberme sacado de un embrollo terrible en que yo solito me metí con una blogger, voy a intentar colaborar, con un comentario, a la discusión que Frikosal derivó hacia ciertas formas de entender la arquitectura en el post de la Maison Möbius. Lo escribo aquí para poder subir fotos y demás, cosa que no puedo hacer en el blog donde se originó la discusión.
Primero diré que creo que no podemos cargarnos el Estilo Internacional a las primeras de cambio. Esas edificaciones de vidrio por doquier se sustentan en una teoría que desarrollaron Philip Johnson y Henry Rusell-Hitchcock y cuyo ejemplo paradigmático es la propia Glass House donde Johnson vivió gran parte de su vida.


La casa es bellísima y, si uno es Philip Johnson, está dispuesto a pagar la factura del aire acondicionado, seguramente. Derivaciones más eclécticas pueden ser tan bellas como el original y para demostrarlo, aquí os coloco la Douglas House, de Richard Meier, que es la repera; pienso que ante una cosa así, y en ese lugar (frente al lago Michigan) uno está dispuesto a aceptar una central nuclear enterita si es necesario, ¿No, Frikosal?

En lo que sí creo que lleva razón Frikosal es en que cientos de años de arquitectura popular tienen que tener algún sentido:
En definitiva, que además del aislamiento térmico tiene sentido pensar en la inercia térmica de las construcciones; edificios como los de Santorini -y no digamos las construcciones de adobe- tienen una gran inercia térmica; se calientan y enfrían muy lentamente y por tanto son apropiados para la vivienda familiar. Con un diseño acertado se consigue que estén calientes todo el invierno, y ese calor que ceden las paredes macizas de cincuenta o setenta y cinco centímetros entona directamente con los genes de nuestra especie.
Edificios como la Glass House se calientan y enfrían con rapidez, y por tanto, son apropiados para las ocasiones en que pasan de vacíos a ocupados en un breve espacio de tiempo y, poco después, se desocupan de nuevo. Mientras en las casas de Santorini tendríamos el frío metido en los huesos hasta dos días después de volver de las vacaciones, en la Glass House, a la media hora de encender la bomba de calor estaríamos estupendamente.
¿Tiene esto algo que ver con lo que se construye en nuestras ciudades? Pues creo que francamente, no, que hablamos de otro país, o de otro planeta mejor. En nuestras ciudades, la cuestión es si se construye bienes de uso o bienes de consumo y por tanto, todo lo anterior huelga. Tiene razón Zbelnu al advertir que la calidad del paisaje urbano cambia con la latitud. Cómo se construya o no, en el capitalismo, es un problema de estructura social; no es técnico ni mucho menos artístico.
Frikosal posee sentido común, o al menos así me lo parece porque comparto la mayoría de sus apreciaciones; claro es que cada clima demanda una arquitectura; pero esto no se deja de lado por cuestiones esotéricamente artísticas, sino todo lo contrario. Los maestros de la Arquitectura moderna cuentan con todo, y es por eso que son maestros; lo que ocurre es que en el oficio de la arquitectura ocurre como con los demás oficios; igual que hay médicos que justifican la escabechina con un concepto abstracto, los arquitectos no van a ser menos. Y los abogados, no digamos. Y así podríamos seguir: los cirujanos plásticos, los profesores, los fotógrafos... aunque en cualquier caso es más fácil justificar con la sección áurea un encuadre equivocado que una gotera que nos inunda la casa cada vez que llueve.
Para terminar, que el sentido de la arquitectura sea organizar el vacío es discutible; la arquitectura no puede existir sin la luz, y hay quien piensa que realmente la luz es el único material con el que se construye la arquitectura. En todo caso, eso me da pie para colocar unos versitos, que supongo conoceréis porque los cuatro primeros son muy populares y muestran -al menos para mí- que en este asunto de los vacíos y los llenos la escultura tiene mucho que decir. El autor es Buonarroti, más conocido por picar piedra:
"Non ha l'ottimo artista alcun concetto
c'un marmo solo in sé no circonscriva
col suo superchio, e solo a quello arriva
la man che ubbidisce all'intelletto.
Il mal ch'io fuggo, e 'l ben ch'io mi prometto,
in te, donna leggiadra, altera e diva,
tal si nasconde; e perch'io più non viva,
contraria ho l'arte al disïato effetto.
Amor dunque non ha, né tua beltate
o durezza o fortuna o gran disdegno
del mio mal colpa, o mio destino o sorte;
se dentro del tuo cor morte e pietate
porti in un tempo, e che 'l mio basso ingegno
non sappia, ardendo, trarme altro che morte."

7 comentarios:

el objeto a dijo...

Gracias por tus interesantes aportaciones a nuestra discusión, y por las imágenes! No conocía la casa Johnson, qué sorpresa. Tengo que pedirle a mi amigo que vive a las afueras de Ginebra que me cuente más de esas nuevas casas construidas usando cálculos de luz, aislamiento, orientación, etc. SIN CALEFACCIÓN!! Lo más respetuoso y ecológico con el entorno, y por supuesto sí usan la luz y el cristal. Se lo escribí a Frikosal, pero ni contestó. Sigo creyendo que hay gente que hace las cosas bien y hay gente que hace las cosas mal, y no son tres ventanas acristaladas, ni nueve, las que definen eso. Y por otro lado, cada latitud tiene sus necesidades y requerimientos. Gracias en todo caso por tu post.

Animal de Fondo dijo...

Gracias a ti, objeto a. Es un verdadero placer leerte; estoy de acuerdo en lo de hacer las cosas bien y mal, es así; con los materiales más pobres se puede hacer maravillas y se puede hacer desastres con la última tecnología y al contrario también, pero seguramente con materiales pobres se expresa mejor el espíritu, que es lo que importa, o al menos es en lo que yo creo. Me parece que con la pintura pasa igual; sirve lo figurativo y lo abstracto, pero lo abstracto es más puro, y debería poder transmitir lo esencial más fácilmente, si está bien hecho, pero eso es ya otra discusión.

frikosal dijo...

Ruego disculpas a Objeto A por no contestar.

Curiosamente, es más fácil hacer edificios con poco consumo energético en Ginebra que aquí. Alli el único problema es el frío. Con aislamiento, buenos acristalamientos y recuperadores de calor, solucionado.

Aquí, además de frio en invierno, tenemos un verano muy duro, que cada vez lo va a ser más. Cada metro cuadrado de cristal, sin sombra, son muchos cientos de watios a eliminar. Y no tiene más (a no ser que se usen ciertos tipos de cristal selectivo carísimos, e incluso así). Quien lo dude, que entre en un invernadero.

Por tanto, debe usarse el cristal con prudencia. Y no enseñar esto en las facultades de arquitectura, como no se está enseñando, es un disparate.

Esos señores que citas debieron elaborar sus teorías pensando en otros lugares y en otros momentos. Ahora, en este país, tenemos un problema grave de pico de consumo eléctrico en verano.

Y no, una central nuclear no la justifican todos los edificios de cristal del mundo, por más bonitos que fueran. Que a mi, personalmente no me lo parecen: para mi son alardes, imposiciones del hombre sobre la naturaleza. Me quedo con Santorini. O con unas construcciones en Iran que descubrí el otro día, maravillas de la técnica para aprovechar el viento y hacer el desierto habitable.

Animal de Fondo dijo...

Me alegro de que te guste Santorini, ya lo suponía; la verdad es que la arquitectura popular tiene un encanto tremendo. Los otros edificios sí, son alardes, muchas veces monumentos a uno mismo y seguramente nos gustan por no sé qué infiltración de una moral ajena. Un día si quieres hablamos del Ayuntamiento de Logroño que creo es muy revelador de cierta "maniera". Perfección formal, en todo caso y desde luego, tienen.
Frikosal, gracias por el comentario.

Belnu dijo...

Qué interesante exposición de la discusión, y qué bonita es en efecto la casa J, una vez me habló de ella un amigo especial (y octogenario) que la visitó. Yo diría que todo depende de dónde, cómo y lo que se construya. En este país construir es ya un crimen porque no queda apenas espacio, porque habría que derribar el horror construido, y preservar el patrimonio histórico. Pero hay otros lugares con otros códigos, donde es impensable construir sin pensar en el entorno.

Animal de Fondo dijo...

A vuelapluma, porque es muy tarde y acabo de regresar a casa; me alegra un montón que estés mejor, zbelnu. Y verte por aquí también, después de tanta hospitalidad como me has dado.

odette farrell dijo...

Qué feliz estoy de haber encontrado este blog y de encontrar a través de éste el blog "el objeto a" que también se ve fascinante!

Sí, la arquitectura como la pintura es luz, y se debe regir por ella! Hay edificios preciosos, pero esas torres de cristal que se pusieron tan de moda en una ciudad como la mia: México D.F., donde el sol pega terriblemente y para mantener el edificio a una temperatura agradable hay que usar aire acondicionado, en un lugar donde nuestro clima es privilegiado y no necesitamos ni calefacción, ni aire acondicionado me parece una blasfemia.

Este fin de año fuí al sureste con mi hijo. Cancún me pareció la cosa más horrenda, a pesar de ese mar maravilloso que hace de cualquier fotografía un cuadro, pero el ver esa serie de hoteles lujosos, que compiten por ver cual es más grandioso y pastiche...como un Las Vegas con playa. No hay nada más alejado de México que la arquitectura de Cancún y comprobé lo que dice Fmesmenota: "con materiales pobres se expresa mejor el espíritu",en mi siguiente recorrido, que fue la Isla de Holbox, una isla paradisiaca con arquitectura vernácula a base de adobe y techos de palma que hacen que ese maravilloso lugar aún brille más en su encanto.

Estoy de acuerdo con Frikosal: "para mi son alardes, imposiciones del hombre sobre la naturaleza"