domingo, 9 de diciembre de 2007

LA VOCACIÓN


Muchos escritos me han ayudado en la vida. En cuanto a la vocación, creo que el consejo que más me ha impactado fueron unas palabras de Matisse que descubrí a través del "Cuaderno de apuntes" de Fernándo Zóbel. Las transcribo:
"Si fuera un pintor jóven, me buscaría un trabajo con sueldo fijo, y sería independiente y podría pintar lo que me diese la gana.
"Eso no perjudicaría mi arte. Lo que me haría daño sería verme obligado a pintar postales, cursilerías. Trabajar en un banco o cargar ladrillos me parece bien."
A veces pensamos en la vocación desligándola de su ejercicio real, y eso arrastra por el suelo a los oficios más espirituales. Ser libre es la primera vocación de los seres humanos y, sin que pueda cumplirse, no sirve de nada acceder a los estudios necesarios para realizar nuestros sueños.
Y tampoco es preciso que seamos artistas para poder aplicarnos el consejo de Matisse. Ser libre en aquello que calladamente atesora nuestro corazón, ésa es la clave.

7 comentarios:

Belnu dijo...

He oído eso otras veces. Es la eterna discusión. Si traducir y escribir crítica literaria nos roba energía para la prosa. Si es mejor trabajar de basurero como aquel escritor joven premiado. O tal vez bibliotecario, o profesor... Yo no lo sé, hago todo lo indebido, escribo crítica literaria, traduzco, hago un blog, ¿pero cómo consolarme si no, y dar salida inmediata a las cosas?

Animal de Fondo dijo...

Tienes razón porque todos los grandes artistas han hecho siempre "lo indebido", y el propio Matisse no se aplicó el consejo. Pero en mi profesión, por ejemplo, que se materializa, hay que tener un talento extraordinario para ser libre. Creo que John Hejduk prefería dibujar a construir, como un caso extremo, y reducía la Arquitectura a una construcción mental.
Siendo uno joven, teniendo que decidir, ¿Qué hacer? Desde luego, hay cierta satisfacción en no vivir de aquello que se adora.

frikosal dijo...

Creo que es una discusión que cada vez va a ser más importante.

Hay ejemplos de fotografos de naturaleza que son, por decir algo, odontólogos. Si tuvieran que vivir de sus fotografías, estarían haciendo bodas y bautizos, y no podrían ni pagarse sus equipos. Se incluso de un eminente entomologo que trabaja vendiendo pescado. ¿Es esta la mejor solución? Creo que si, pero no estoy seguro. Obliga a vivir una doble vida (o triple, si contamos la familia). A cambio, la libertad, por unas horas.

Interesante discusión y bien planteada.

Animal de Fondo dijo...

Frikosal, Me alegro de que estés mejor y gracias por el comentario. Intentaré escribir otro post sobre este tema.

odette farrell dijo...

Qué placer es leerte Fmesmenota!

Estoy de acuerdo con Matisse. Yo tengo un gran amigo pintor, tiene un talento bárbaro pero para subsistir en la pintura ha tenido que aceptar encargos y chambitas que nada tienen que ver con la pintura pero al mismo tiempo es trabajo de pintura. El resultado ha sido que mi amigo ya trabaja mecanicamente y ya no encuentra la emoción necesaria para hacer que una pìntura nos resulte viva! A pesar de ser en serio un pintor dotado...pero la falta de libertad lo ha carcomido.

Cariátides dijo...

Me has hecho pensar sobre estos dos aspectos entrelazados...y me he sentido afortunada de poder vivir de mi vocación y ser libre creativamente dentro de la misma. Eso me lo permite ser funcionaria. Si trabajara para la privada no podría. Trabajar en la pública tiene su precio, pasar por el sistema de oposición, que no es moco de pavo.

Una vez trabajé en un centro en el que todo eran problemas para realizar cualquier actividad que se saliera de sota, caballo y rey. Eran tantos los encontronazos que terminabas haciendo sota, caballo y rey. Recuerdo que me aburría y mecanicé mucho las clases. Aún así los alumnos siempre estuvieron contentos con mi trabajo, aún cuando yo sabía que solo estaba al 50%.

Estoy con vuestras opiniones, la libertad es fundamental para el desarrollo de la creatividad y de la pasión. Aún así mi realización personal está fuera del trabajo. Siempre tuve conciencia que el trabajo es un medio para obtener dinero para vivir, aquella máxima de trabaja para vivir y no vivir solo para trabajar.

Un abrazo, me estoy encontrando muchas sorpresas agradables guardadas en los fondos del blog, anteriores a mi aterrizaje o ¿tendría que decir animalaje fondero?

Animal de Fondo dijo...

Querida C: Claro, la realización personal está fuera del trabajo en el mundo capitalista, pero hay una esperanza de que no sea siempre así, y de que el trabajo sea una cosa más que nos reconforte y nos eleve. La primera conferencia de Juan Ramón en Cuba versaba sobre esto precisamente: "El trabajo gustoso". Los textos que copié sobre el Carbonerillo gaditano y el Jardinero de Sevilla son partes de esa conferencia. Faltarían el Aguador de Granada y el Mecánico malagueño, que son los otros dos ejemplos que puso Juan Ramón. Y en otras páginas que publicó en Orígenes, creo, de su diario íntimo, hablaba de este mecanicismo destructor, del sistema capitalista, que él observó en su viaje a Nueva York. Hablaba muy gracioso de los cepillos de dientes para explicar ésto; a ver si puedo copiarlo algún día, tal vez después del verano.
Y es verdad que tienes una profesión maravillosa, con una libertad, dentro de lo posible, magnífica también. ¡A disfrutar!
Un abrazo.