domingo, 10 de febrero de 2008

FERRÁN, BÉCQUER, BERGAMÍN. PRIMERA PARTE: AUGUSTO FERRÁN

Yo no sé lo que yo tengo
ni sé lo que me hace falta,
que siempre espero una cosa
que no sé cómo se llama.

No puede decirse, por muy excéntrico que uno pretenda ser, que Ferrán es un poeta de los de primerísima línea. Pero tampoco merece el olvido en el que siempre se le tiene. En Augusto Ferrán comienza una de las formas de hacer poesía más interesantes de la literatura española. Solamente por su influencia en Bécquer, Ferrán debería ser un poeta más y mejor considerado. Y es que sin él, tal vez Bécquer no existiría y de Bécquer sí que no podemos prescindir; y sin Bécquer y sin Ferrán, tampoco existiría Bergamín, y ese es otro de los que tampoco podemos prescindir, porque ambos, Bergamín y Bécquer son dos poetas inolvidables, que quedarán con el paso de los siglos.

Los que quedan en el puerto
cuando la nave se va,
dicen, al ver que se aleja:
¡quién sabe si volverá!

Y los que van en la nave
dicen, mirando hacia atrás:
¡Quién sabe, cuando volvamos,
si se habrán marchado ya!

Estamos en 1860; ¿podemos reprochar a Ferrán el no ser Bécquer, el no ser Rosalía? Yo creo que no, y que sus versos no merecen tanto el olvido como el agradecimiento y la ternura

La flor que me diste en tiempo
de amorosa intimidad,
la arrojo al mar, y se pierde
entre las olas del mar.

Y este rizo que tu mano
cortó con amante afán,
lo arrojo al fuego, y el fuego
cenizas lo vuelve ya.

Y tus continuas promesas
de eterna felicidad,
las doy al viento que pasa
y se las lleva fugaz.

Pero el recuerdo angustioso,
¡ay!, de tu engaño, por más
que se lo entrego a la tierra,
ella otra vez me lo da...

Viento y fuego y mar se duelen
compasivos de mi mal,
y solamente la tierra
de mí no tiene piedad.

¿Se puede comprender a Bécquer sin conocer a Ferrán? Se puede comprender a Bécquer por él mismo, porque no necesita nada, aparte sus palabras, para ser comprendido. De acuerdo; ¿pero se admirará menos a Bécquer por conocer a Ferrán? ¿Perderá algo nuestro Bécquer por tener un compañero como Ferrán, que no es perfecto, que no es elevado, que es humano? ¿No podremos acercarnos a Bécquer, a nuestro Bécquer, con más familiaridad, con más afecto, con más comprensión, si conocemos a Ferrán?

Pasé por un bosque y dije:
"aquí está la soledad...",
y el eco me respondió
con voz muy ronca: "aquí está"

Y me respondió "aquí está"
y sentí como un temblor,
al ver que la voz salía
de mi propio corazón.

9 comentarios:

Maykel dijo...

Fmesmenota, ¿conoce usted a Juan Clemente Zenea?
Zenea, bayamés (1832-1871), según parece, influyó sobre Bécquer. Fue uno de los poetas cubanos más singulares de nuestra segunda generación romántica, amante de la poesía francesa, seguidor de Musset. Tuvo una vida muy singular, murió fusilado por los españoles, no se sabe si como mártir o como traidor a la causa cubana, pues sus compatriotas lo consideraron pacifista. Es uno de los mitos de la poesía cubana del XIX. Sobre su relación con Bécquer no se ha hablado mucho, pero parece que tuvieron un amigo común, y el español conoció al cubano y lo leyó...

Animal de Fondo dijo...

Del XIX cubano, Maykel, solamente conozco, aparte Martí, claro, a Plácido y a José Jacinto Milanés, pero los reconozco más en las dos canciones de Marta Valdés que en sus propios versos. La verdad es que esas dos canciones me arrebatan, se unen las letras con la voz de Marta y creo que consiguen un milagro.
Esas dos canciones son, por ejemplo, algo que me parece imposible que se pueda hacer fuera de Cuba.

odette farrell dijo...

No conocía a Ferrán, Fmesmenota, y los versos que posteaste hicieron que se me encogiera el corazón...
Gracias

Animal de Fondo dijo...

Odette: Gracias por tus palabras que, como siempre, reconfortan; espero que te guste Bergamín cuando lleguemos.

Jueves dijo...

Sí, el maestro se merece ser reconocido... ¡pero el discípulo!
Me dan ganas de no decir nada, de quedarme arropadita en el post y dejarlo volar... ¡pero es que Bécquer!
Bécquer está dentro de mí... Desde hace muchísimos años yo soy Bécquer... Me hice con sus asonancias, con sus arrebatos suaves... con su tristeza, con su soledad (¿la del maestro?).
Cuando estaba en la Facultad me salí de un examen en el que pregutnaban por la poética de Bécquer... ¿Os han pedido alguna vez que os quitéis toda la ropa para aprobar una asignatura? Entonces, más joven, crei que lo más conveniente era salirme del aula, faltaría más... ¿Qué podía decir?... ¿Escribo de mi primer dolor o del último?
Vive en mí... y a veces nos vemos reflejados en otros ojos que saben también "un himno gigante y extraño"... Vivimos como podemos desde entonces... Y algunos días ¡cantamos!
Lo siento, tenía que haberme quedado debajo de la manta del post, porque "yo era el huracán"... Me arropo... ¡Hasta mañana!

Animal de Fondo dijo...

Jueves, ya veremos lo que se me ocurre escribir de Bécquer, que no estará fácil y además, que no tengo ahora mismo ni idea, porque el propósito era referirme a Ferrán y a Bécquer como pasos necesarios para Bergamín. Espero que no me pase como a ti en el examen.
Estoy preparando también algo sobre el arte abstracto, para que puedas volver a Cuenca pronto. La verdad es que ya lo he escrito esta tarde, pero lo dejaré reposar.
Gracias por la visita y por el comentario, que anima y se agradece.

Anónimo dijo...

Preciosa entrada, yo no conocía a Bergamín, pero intentaré leer algo. La clave de esta poesía radica en la simplacidad combinada con la maestría de la composición.
El comentario de Jueves me ha parecido conmovedor y, a riesgo de repetirme, precioso también.

Gracias

Animal de Fondo dijo...

Querido anónimo: ¿te sería muy dificultoso nombrarte anónimo x o anónimo fgrdrtghj, por ejemplo?. Es que no sé si eres el mismo anónimo que me ayudó tanto en la entrada de Luis Rosales, anónimo a quien estoy deseando encontrar por la calle para darle las gracias. Gracias a ti también, en todo caso, que nos alientas y nos infundes un soplo de hermandad con tu comentario.
Te diré un secreto, estoy seguro de que no nos escucha nadie: siempre soñé con ser un poeta anónimo.
Y no te apresures a leer a Bergamín. Espera. "Todo el que espera sabe que la victoria es suya/porque la vida es larga y el arte es un juguete/y si la vida es corta/y no llega a la mar nuestra galera/entonces también espera/que el arte es largo y además no importa".
He citado de memoria, por lo que tal vez los versos no serán así.
Hazme caso: espera.

Animal de Fondo dijo...

Me faltaron los primeros versos: "Sabe esperar, aguarda que la marea fluya/-así en la costa un barco- sin que el partir te inquiete..." así puedes enlazarlo con lo anterior.