viernes, 7 de marzo de 2008

PLÁCIDO, JOSÉ JACINTO



Desde que las oí, hace bastantes años, dos de las canciones que más me gustan son de Marta Valdés. "Ay, Plácido" y "José Jacinto" me parecen dos de las canciones más bellas que se hayan escrito. Y la forma de interpretarlas de Marta, tan sencilla, con su guitarra sola, hace que uno se sienta, no frente a un escenario sino también sencillamente sentado en un corro familiar, junto a una amiga que canta y un "tin" de café o una "línea" de ron.
Hace años busqué poemas de Gabriel de la Concepción Valdés, Plácido, y de José Jacinto Milanés, por esa razón descrita, la de que me gustan las canciones de Marta. Hoy estaba buscando por Google Books las palabras Zambrano, Lezama, Cintio Vitier, y he encontrado unas cuantas páginas de Lezama referidas a Plácido, donde transcribe dos o tres sonetos que considera poco conocidos y espléndidos. Los copio, como recuerdo de Lezama, de Gabriel de la Concepción y de Marta Valdés. 
 
PRIMAVERA
 
Llega el marzo feliz, y los pastores
celebran su verdor como embajada
precursora de abril, y a la alborada
tañen flautas y suenan atambores.
 
Embalsama Favonio con olores
el aire, y Flora, su deidad amada,
aparece seguida y rodeada
de mil aves, mil plantas y mil flores.
 
Llena su vid de pámpanos la uva
crece la piña, extiéndese la higuera
y el ave extraña, por veloz que suba
 
midiendo lista la espaciosa esfera
baja en los campos de la fértil Cuba
a gozar de su eterna primavera.
 
RECUERDOS
 
Cual suele aparecer en noche umbría
meteoro de luz resplandeciente,
que brilla, parte, vuela, y de repente
queda disuelto en la región vacía,
 
así por mi turbada fantasía
cruzaron cual relámpago luciente
los años de mi infancia velozmente,
y con ellos mi plácida alegría.
 
Ya el corazón a los placeres muerto
perécese un volcán, cuya abrasada
lava tornó los pueblos en desierto:
 
mas el tiempo le holló con planta airada,
dejando sólo entre su cráter yerto
negros escombros y ceniza helada.
  
LA PRIMERA SENSACIÓN DE AMOR
 
De la vida en la dulce primavera,
ora llámese acaso, ora destino,
hay un solo momento peregrino
que fija nuestra suerte venidera.
 
Más rápida que el rayo en su carrera,
nos hiere el corazón con raro tino
en un fuego inflamándolo divino,
tal es de amor la sensación primera.
 
Chispa sublime, emanación sagrada
del Supremo Hacedor, que el cuerpo inerte
abandona al morar la tumba helada.
 
Pero el alma inmortal, eterna y fuerte,
lleva al cielo su imagen adorada,
que no puede arrancarle ni la muerte.

2 comentarios:

Maykel dijo...

Fmesmenota, yo quiero mucho a Marta Valdés y no tengo que decirte por qué... Algunas de las canciones que han de salvarnos si algún día la Isla quiere zozobrar en el mar son suyas. ¿Conoces "Canción desde otro mundo"? Miriam Ramos tiene una versión excelente. Ella es una de las cantantes que más ha interpretado la obra de Marta Valdés.
De Plácido y Milanés puedo decir poemas enteros. Los conozco desde que en la primaria nos hacían leer el romance Jicotencal que dicen es el mejor que se ha escrito en Cuba al lado de Fidelia de Juan Clemente Zenea. Ambos -Gabriel de la Concepción y José Jacinto- pertenecen a la primera generación de románticos cubanos. Fueron desdichados, como conviene a los románticos: Plácido, fusilado en 1844 por los españoles, acusado de participar en una conspiración de negros; Milanés, loco, absolutamente loco vivió hasta su muerte por la década de 1850, unos dicen que subyugado por el imposible amor que profesaba a su prima Isa. Otros, en cambio, atribuyen su locura a la obsesión por el destino de Cuba. Menéndez y Pelayo, el gran profesor hispánico de la barba adusta, los juzgó con severidad; pero ya se sabe que el buen Marcelino no soportaba que hubiese poesía cubana y no los pudo entender, lo que me parece natural.

Animal de Fondo dijo...

Maykel, he estado con algo de lío y por eso estoy tardando tanto en contestar. Además, mañana me iré unos días a la playa con mi familia, sin internet pero con Orígenes (he conseguido otro facsímil). Me estás embullando de tal modo con los origenistas que no sé cómo te lo podré agradecer.
No he conseguido la Canción desde otro mundo, no hay manera. De Marta Valdés tengo encargados el cd último que hizo de los boleros y otro con Vitier, espero que me los consigan. También tengo unas ganas de leer la edición de Lezama de poetas cubanos, pero eso sí que está inasequible, no hay quien lo pague, de momento.
Un abrazo.