sábado, 12 de junio de 2010

CARTAS A UN JOVEN CUBANO. LAS LIBRERÍAS


 Querido x:
He visto con curiosidad el nacimiento de los nuevos blogs cubanos, que ya ofrecen una visión directa desde la Isla. Algunos me gustan mucho. Pero en este momento no me encuentro bien situado para abordar tanta polémica. ¿Sería posible que reposadamente renováramos por un tiempo de descanso el viejo género epistolar? Voy a intentarlo por hoy. Se trataría de contarte cómo veo las cosas yo, desde aquí, y que tú me respondieras diciendo cómo las ves tú o cómo quisieras verlas, desde allí.
 Cuando yo era joven las librerías en España eran un verdadero paraíso. En provincias, se disponía de un fondo con las obras de nuestros escritores renacentistas, barrocos, clásicos. Conseguir las obras de un autor de la Generación del 98 era tan solo cuestión de tener el dinero suficiente para encargarlas. Y aunque no se tuviera, siempre quedaba la esperanza de conseguirlas más adelante. Uno miraba el libro y sabía que el año siguiente estaría ahí la posibilidad.
Conocí a libreros que habían leído casi todo lo que ofrecían. Hablar con ellos era un placer. Llevaban una vida modesta, entre tertulias y amigos, vivos y muertos.
En nuestra democracia occidental, ahora, las librerías se montan para ganar dinero. Y sospecho que los libros se escriben para lo mismo. Ya no hay tal fondo y si ves un libro que te interesa, apresúrate. Dentro de tres meses estará hecho pasta de papel, si es que no lo has comprado. Como los trabajadores, los libros vienen al mundo mediante un contrato temporal. Te confesaré que tal urgencia compradora me deja indiferente. Las ediciones viejas que tengo me interesan más, así que por fin este sistema me ha dado el gusto de no desear ningún libro de los que se editan. La cultura se ha sustituido por la industria del entretenimiento, al parecer de algunos.
Hace años que no voy por Cuba, pero recuerdo con cariño "La moderna poesía" en la calle Obispo. (Te diré que también recuerdo Quitrín, tan denostado entonces por los cubanos y que a mí siempre me encantó). De los libros nuevos que pude conseguir entonces tal vez los que más aprecio son los de Fernando Ortiz. No compré muchos, y tal vez sea el Catauro el que más he manejado. En la Plaza de armas hice una relativa amistad con algunos libreros, siempre pidiéndoles que subieran el precio de las colecciones de Aguilar. Aclararé que mi petición se hacía desde la indiferencia, ya que eran ediciones que yo tenía en casa.
¿Cómo están de surtidas las librerías? ¿Qué se edita? Me parece que una de las glorias del pueblo cubano es su inmensa cultura, al menos lo que yo conocí. Era una cultura impregnada en la piel, que compartían los que habían leído -y algunos habían leído mucho- y los que no.
Una cosa me sorprende. En estos tiempos en que el papel está escaso ¿cómo no se puede acceder a Orígenes desde la red? Hasta hace unos años, la única alternativa eran los facsímiles. Pero hoy una colección que, sin duda, sería oneroso editar, podría ofrecerse para su descarga de modo que corriera de mano en mano, grabada en un cd o en un lápiz de memoria. Y como digo Orígenes, digo también Espuela de Plata, Verbum, Nadie Parecía, la Antología de la Poesía Cubana, etc. ¿Sabes alguna razón que lo haga imposible?
Bien, querido x, la idea está expresada y queda en tu mano aprovecharla o descartarla.
Un abrazo.




7 comentarios:

Joselu dijo...

Poco a poco voy entendiendo tu pasión por Cuba. Sin duda late en ti un profundo espíritu antimoderno, y en ello me puedo sentir próximo. No es que la modernidad no pueda ser provechosa. De hecho estamos en la galaxia internet intercambiando ideas, pero a la vez añoramos esos espacios íntimos como los de las antiguas librerías de dueños que lo habían leído todo. En Barcelona existen algunas así llevadas por personas apasionadas por el género que están vendiendo y que no se rigen únicamente por el criterio comercial (aunque hay que vender para seguir abiertos)y se intuye un amor. Hay una librería especializada en literatura africana, otra en libros místicos o relativos a la historia de las religiones, otra dedicada a novela criminal, otra (esta no sé si existe ya pero la visité mucho) especializada en libros de teatro... Lástima que no quede tiempo ya para las tertulias de antaño en la rebotica de la librería, pero charlar me encanta con los libreros que aman su profesión. No era yo el destinatario de tu carta, pero he decidido acercarme y escribir estas líneas.

Animal de Fondo dijo...

Querido Joselu: como ya te he dicho otras veces, coincidimos en muchas cosas; me temo que eso no indica nada sobre nuestra individualidad sino que lo que muestra es que los dos hemos intentado alguna vez ser humanos. Yo también fui a Las Alpujarras (en una moto escacharrada) aunque no por tanto tiempo como tú. Yo también gusto de G. Brenan. Yo también me he tomado alguna vez tres meses sin trabajar. Yo también abomino del ir de prisa a ninguna parte. Te recuerdo la famosa frase de A. Einstein: "la perfección de los medios y la confusión de los fines son las características de nuestra época".
Creo que compartimos también nuestro profundo desánimo por España. Algún día escribiré sobre este pueblo ignorante al que pertenezco, que responde a las preguntas del maestro con las palabras de Antonio Machado en Los Complementarios: "¿Y por qué piensas esto, fulanito? Porque me sale del alma, señor profesor". Como Lola Flores.
Frente a este panorama que me recuerda a los agusanados esplendores de Valdés Leal, que también cumplían todos los parámetros establecidos, Cuba es tan maravillosa que siempre me hace pensar una frase que creo recordar es de Silvio, pero que comparto: "¿Cómo un sistema tan malo puede dar un pueblo tan bueno?" Claro, ese pueblo no es solamente hijo de la Revolución. Nunca le agradeceré bastante a Maykel el que me hiciera comprender que ese pueblo es hijo de dos siglos de lucha y en definitiva hijo del esfuerzo y el ímpetu de un ¿simple? maestro: José de la Luz.
Un abrazo.

Maykel dijo...

Querido amigo, esa librería ecuménica que añoras, ceñida por un espacio reducido y con un vendedor lúcido, la encontré en Matanzas, en la calle Milanés. Se llama Milanés, precisamente. El viejo librero podía responder cualquier pregunta, disertar sobre todo lo que poseía y aún sobre lo que ya no poseía más que en la memoria...

Ahí compré, gracias a tu vigente recomendación, una compilación de relatos de Azorín.

La última librería de Sagua, que se llama "La Edad de Oro", pocas veces sorprende, pues está más apegada a las actualidades, de esas que puedes encontrarte en cualquier anaquel.

En Cárdenas hay una librería grande, "La concha de Venus". Ahí venden ejemplares de las llamadas ediciones territoriales. ¿Conoces ese sistema cubano que permite publicar a autores de provincia en las ciudades y pueblos alejados de los circuitos editoriales principales?

En Cienfuegos también hay una pequeña librería, casi invisible, que se llama "La Bohemia". No tiene el encanto atiborrado de la tienda matancera que mencioné arriba, pero puedes hallar todavía, a precios modestos, algunas rarezas como "La poesía cubana hasta 1856" de Samuel Feijóo y números antiguos de la revista Islas.

Saludos a Joselu, y un abrazo para ti.

Animal de Fondo dijo...

Querido Maykel, no conozco ese sistema de las ediciones territoriales, así que sería estupendo si nos lo cuentas. Lo que me da pena pedirte el esfuerzo para que al final quede reflejado en un comentario de este blog que tiene tan pocos lectores -aunque apreciados- y tan poca difusión.
Lo que me cuentas de las librerías me recuerda una tarde que pasé en el patio de la UNEAC entre amigos que recitaban -recitábamos- a Quevedo de memoria, asistidos por las riquezas bebibles que proporcionaron ciertos papelitos que se repartieron, culpables de la alegría primero y de la tristeza después cuando se acabaron. Esas librerías, esos sistemas, son desconocidos por aquí.
Y yo también desconozco "La Bohemia" o al menos no la recuerdo, aunque en Cienfuegos pasé bastante tiempo, monté mi "restaurante" famoso y al fin me casé con quien es mi mujer y la mamá de mis tres niños; así que debe ser invisible de verdad. ¡Cómo me gustaría que me la hubiéras mostrado!
Gracias, Maykel; un abrazote.

Maykel dijo...

¿"La bohemia" o "Bohemia" a secas? No lo puedo precisar, pero está frente al hotel San Carlos, en la calle homónima. La otra librería de Cienfuegos es la "Dionisio San Román", en la esquina de Prado y el bulevar.

¿Te cuento sobre las ediciones territoriales?

Es un sistema que surgió cuando alguien notó -¿fue Fidel?- que los escritores de provincia no tenían acceso a publicar sus obras en las editoriales nacionales.

Imagínate, nada más existían Letras Cubanas, Gente Nueva -para textos destinados a la infancia-, y Oriente, entre las dedicadas a imprimir literatura.

Numerosos autores estaban olvidados en los sitios más remotos y se sabía que muchos se malograban por esta razón. Fue entonces que se organizó un extenso sistema de modestas editoriales provinciales. Las tiradas apenas alcanzan los 600 ejemplares como promedio. Los libros son humildes, aunque algunas se afanaron desde el principio por suplir con diseños creativos la aparente pobreza gráfica.

Entre las más destacadas figura Capiro, de mi provincia, que se dedica principalmente a publicar poesía y ha conseguido editar volúmenes de apreciable belleza.

La Asociación Hermanos Saíz también fundó algunas pequeñas editoriales. Entre ellas la matancera Vigía, que prepara libros artesanales muy demandados por los bibliófilos.

También destacan la villacareña Sed de Belleza y la cienfueguera Reina del Mar.

Gracias a este sistema han visto editada su obra muchos escritores cubanos. Incluso, ciertos autores reconocidos en todo el país han optado por dar a conocer algunas piezas en estas pequeñas editoriales provincianas.

La selección de las obras que aspiran a publicarse está a cargo de un consejo de especialistas -escritores ellos mismo- que, si no aprueban el proyecto presentado, siempre envían al autor sus juicios.

Algunas de estas casas editoras organizan sus propios concursos literarios.

Espero que te aproveche esta escueta descripción de un sistema tan singular.

Un abrazo.

Animal de Fondo dijo...

Estoy conectado en la biblioteca de un pueblecito perdido. Cuando pueda, contesto. Gracias!

Animal de Fondo dijo...

Pues me encanta ese sistema de las ediciones territoriales. Me parece recordar que, entretejidas con otras muchas inquietudes, en Cuba existe un hervidero de personas interesadas por la poesía, la literatura, el grabado, la pintura, no digamos la música, pero música de verdad, no la música que marcan los intereses de las compañías como aquí.
Espero que Joselu me desmienta, porque tengo una visión parcial, no puedo evitarlo (o sí puedo). Pero esa efervescencia cultural verdadera me contrasta con algunos casos que conozco de poetas ricos (y hasta de poetas señoras de ricos), que se dedican a coleccionar premios varios y ediciones ilustradas.
Una vez estuve de jurado en un premio de poesía y no sabes cómo me reí. Lo dejamos desierto, por la mala calidad general, y no veas las protestas de algunos otros miembros que nos explicaban que quedarían mal con sus compromisos y que podían sobrellevar dárselo a cualquiera, pero que dejarlo desierto no les dejaba justificación. Al final lo dejamos desierto, porque la razón estaba clara, pero enseguida me riñeron y me echaron con cajas destempladas diciendo que ese sistema no era compatible con los premios.
Seguro que Joselu, en sus labores de profesor, tiene otra visión radicalmente distinta.
Otro abrazote, Maykel. ¡Gracias!