Jamás he pensado que nuestra "democracia" tenga nada de tal. En épocas anteriores este juicio mío ha despertado ciertas controversias con alguno de mis amables lectores. No sé si los tiempos habrán cambiado lo suficiente como para que podamos reflexionar de nuevo sobre ello.
Envidio la situación de los que fueron súbditos en el despotismo ilustrado. Es que ya quisiera yo disfrutar al menos de la primera de sus premisas "todo para el pueblo", aunque tuviera que soportar la segunda "pero sin el pueblo".
Desde mi punto de vista, una de las raíces del fracaso de nuestro sistema se fundamente en el hecho de que nuestra democracia sea "otorgada". Es así porque nada en ella se ha desarrollado como fruto de un impulso social, nacido desde abajo. Desgraciadamente, toda la estructura en la que vivimos se ha otorgado desde arriba.
¿Propuso alguien, para examinar algún ejemplo, que el Rey perdiera sus poderes ejecutivos poco después del 23F? No; el monarca pensó que le convenía más descargarse de las prerrogativas que ostentaba con objeto de estar menos sujeto todavía a responsabilidad. Así, el trasvase de poderes desde su figura a las instituciones del estado no fue obtenido, fue otorgado.
Hasta en las cosas más triviales, nada entre nosotros nace del pueblo. Se pensará que una institución como los sindicatos no es compatible con mi hipótesis, por definición. Error; en la triste España no es como "no puede menos que ser". Los sindicatos ni surgen de su militancia, ni se financian con ella. Al pueblo español se nos ha otorgado tal y cual sindicato.
¿Surgen las tarifas eléctricas de una tensión libre entre la oferta y la demanda? ¡Quia!, son otorgadas; poco importa lo que piensen o lo que estarían dispuestos a pagar en un mercado libre los consumidores. Como ellas, otorgadas son las tarifas telefónicas, el precio de las gasolinas o los impuestos que gravan al tabaco; los precios de los medicamentos, las tasas infinitas... frente a todo ello no podemos mas que rezar para que los amos no nos aprieten más.
Ayer se desarrolló una huelga en el sector de educación. Sobre mi convencimiento de que no servirá para nada está la realidad de que en nuestro país las huelgas responden a una consigna; no surgen jamás desde abajo, al igual que no se nutren de sus bases los partidos políticos a la hora de escoger a sus dirigentes.
Simpatizo con muchas personas relacionadas con el sector de la educación; espero que no se enfaden si digo que yo encuentro muy sencillo evaluar su labor. Si los niños hacen las preguntas correctas, las que se señalan en El Principito: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?", es que están bien educados. Si las preguntas que hacen los niños son: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?", no cabe duda de que la labor educativa ha sido, no ya inútil, sino perniciosa. Y la verdad es que conozco a muy pocas personas que hagan las preguntas correctas, sean adultos o niños.
No sé si ahora se entenderán mejor las palabras de Fidel, que tanto rechazo condicionado provocaron en la desgraciada España:
“‘Cuba es mala, Cuba es mala’, lo dijo el imperio, lo dijo en
Ginebra, lo dijo en veinte lugares, y vienen todos los explotados de
este mundo, todos los analfabetos y todos los que no reciben atención
médica, ni educación, ni tienen garantizado empleo, no tienen
garantizado nada: ‘La Revolución Cubana es mala, la Revolución Cubana
es mala.’”
“¿De qué hablan? ¿Qué hace el analfabeto?
¿Cómo puede saber que el Fondo Monetario Internacional es bueno o malo,
y que los intereses son más altos, y que el mundo está siendo sometido
y saqueado incesantemente por mil métodos de ese sistema? No lo sabe."
La Revolución cubana tendrá que perfeccionarse y evolucionar pero, tal como ahora es, aún nos queda mucho que aprender de ella. No nos dejemos engañar. Defendamos a Cuba.
1 comentario:
Respecto a la educación, yo no siento respeto alguno por la que se imparte en España. Que cada cual se las apañe por desenmascarar nuestro sistema nocivo, pernicioso. La evidencia, los resultados, me ahorran la exposición de lo concluido. Muchos otros países ya han puesto en práctica la educación de los hijos en un amplio margen de libertad, sin ataduras a la vía oficial.
Prefiero la asignatura "conócete a tí mismo" o, "la cultura materialista y consumista y sus consecuencias" o, " aprendiendo a ser felíz", a cualquiera otra de las que, obligatoriamente, se imparten en los centros de deseducación, digo, de enseñanza, oficiales.
Chicos, vamos a casa a dar clase...
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