¿Por qué mis amigos piensan que me gusta la soledad?. Es muy sencillo: lo piensan porque me conocen: es que realmente me gusta, me encuentro bien en ella. Pero esto podría tal vez no haber sido así. Aislarme representa la solución a tres problemas.
El primer problema es que no deseo compartir la vida con quienes explotan a los demás. Me resulta agrio, incómodo, desagradable, intercambiar palabras -que expresan desvaídamente nuestras emociones- con esos seres que viven del sudor ajeno. Eso incluye a los emprendedores, tan bien vistos en la actualidad, a los ángeles de las Startups, a los grandes banqueros, a toda esa parte de nuestra especie que dispone de capital suficiente como para apropiarse de la fuerza de trabajo ajena.
El segundo problema es que tampoco deseo compartir la vida con los capataces de los capitalistas. Esos sumisos ayudantes que reparten látigo -a veces perfumado- a los demás, para servir mejor al amo. ¿Diré que los directores de oficinas bancarias y los brokers, los prestamistas, son algunos de ellos? El mundo está lleno de estos rectores, que creen que no pertenecen al mismo proletariado al que pertenecemos todos nosotros. Algunos hasta aspiran a tener eso que llaman clase, elegancia, compostura. Salvo de 8 a 3 (casi siempre más), horario en el que viven sin escrúpulos.
El tercer problema es que tampoco deseo compartir la vida con aquellos de entre mis compañeros a quienes los dos primeros problemas han conseguido alienar. Copio del DRAE: “Alienación: Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición.” La alienación es lo que permite que tantos caigan en las garras de los amos y de sus sicarios.
Si eliminamos a los tres grupos, quedan cuatro gatos. Por eso nunca me ha importado que esos cuatro gatos estén vivos o muertos. Si están vivos, disfruto enormemente con ellos. Si están muertos, también: son literatura.
Hay quien piensa que la soledad es un infierno. Evocando las palabras de Sartre: “el infierno son los otros”. Los otros suyos, no los otros nuestros. Por los otros suyos también siento compasión, pero desde una inevitable -para mí- distancia.
Ah... y no; no estoy libre de pecado.
13 comentarios:
Así es, Animal, así es... Únicamente redundar en esa idea de que nuestros mejores amigos -algunos de ellos, al menos- están muertos: son los que escribieron cuanto necesitamos para ser (ni mejores ni peores, solo ser).
Un abrazo.
Un abrazo, Javier!
Me gusta mucho leer la palabra "alienados", que es como alineados pero sin querer, sin darse cuenta casi... Me recuerda a mi infancia, porque en mi casa sonaba con ton y son, y acabo por pensar que no es una palabra que esté al alcance de muchos... Porque en seguida una se da cuenta de que, de una manera u otra, está en muchas "líneas" con los demás. Y sobrevivir con esa conciencia es una mierda, nunca se puede ser enteramente feliz...
Un abrazo, Animal. De vez en cuando me alegra que me recuerden cual es mi sitio (¿o debería decir "mi posición"?) y ver que no estoy tan sola ;)
Nicolasa
Qué gusto ver por aquí a la cuarta gata, la que me enseñó esta combinación :D
Ya sabes, "Es la posición la que decide la victoria, trátese de guerreros o de frases". Y no, no estás tan sola; al menos yo te sigo en twitter y me gustan esas frases que escribes de vez en cuando.
Gracias por el abrazo y otro para ti.
¿Miau?... ¡Miau! Beatus ille, que dicen también los gatos...
Gracias, Animal... :)
La soledad buscada es un gran placer, yo lo he he hecho en innumerables ocasiones...
Gracias por tu comentario, Temujin. Sí, estamos de acuerdo (también en otras muchas cosas jeje); la soledad es estupenda.
Un abrazo
Buenísimo este escrito... no sé por que el "ser humano" le da tan mala reputación a la soledad, que en realidad es lo más preciado en la mayoría de las ocasiones...
Querida Nefer, son muchos ya los años que nos seguimos. A través de ellos, cada vez que veo escrito tu nombre siento una corriente profunda de afecto y cariño que nos une. Y eso me hace un poco más feliz.
¡Besototes!
PD. ¡Felices sueños, tú que tanto sueñas!
luego a uno le gusta estar con uno mismo sin tener que fingir o hacer nada para agradar ¿no?
abrazos para ti
Un verdadero placer verte por aquí, reptilio.
Abrazos también para ti.
¡Gracias por tu comentario!
Qué bueno que te reencontré... cosas buenas llegan a mi vida, despues de unos años grises.
Curioso, yo amo también la soledad :)
Es verdad, siempre nos dio gusto encontrarnos. Todavía recuerdo tu patio y tus macetas!
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