martes, 11 de diciembre de 2007

VALLEJO

Seguramente César Vallejo es un poeta para la madurez que nunca nos llega; me hubiera encantado poder titular este post "César" y no el lastimoso "Vallejo" que he tenido que escribir. Me costó entenderlo a los catorce años, cuando me lo recomendó con fervor -si esto era posible en él- Isidoro Valverde. Tanto me costó, que no lo entendía y no fue hasta que pude hacerme con un precioso ejemplar de Casa de las Américas en la librería Albacora de Madrid que empecé a barruntar lo que los versos de Vallejo escondían.
Poeta para las nostalgias, para demostrarnos que esas razones que nos hemos repetido veinte años para conseguir olvidar, para conseguir ser razonables, para conseguir amordazar al corazón, no valen nada. Uno teje un infinito laberinto de objetividades, de conclusiones serenas, de convincentes silogismos; construimos nuestra vida sobre estas razones; basta con leer a Vallejo para que todo se desmorone y otra vez volvamos a ser el niño tembloroso que se acurruca en las enaguas de quien nos quiere y nos protege. El problema es que César Vallejo era dueño de un corazón abierto que mostraba a la luz todo lo que arduamente oculta nuestro propio corazón.
"Las personas mayores
¿a qué hora volverán?
Da las seis el ciego Santiago,
y ya está muy oscuro.
Madre dijo que no demoraría.
Aguedita, Nativa, Miguel, cuidado con ir por ahí, por donde
acaban de pasar gangueando sus memorias
dobladoras penas,
hacia el silencioso corral, y por donde
las gallinas que se están acostando todavía,
se han espantado tanto.
Mejor estemos aquí no más.
Madre dijo que no demoraría.
Ya no tengamos pena. Vamos viendo
los barcos ¡el mío es el más bonito de todos!
con los cuales jugamos todo el santo día,
sin pelearnos, como debe de ser;
han quedado en el pozo de agua, listos,
fletados de dulces para mañana.
Aguardemos así, obedientes y sin más
remedio, la vuelta, el desagravio
de los mayores siempre delanteros
dejándonos en casa a los pequeños,
como si también nosotros
no pudiésemos partir.
Aguedita, Nativa, Miguel?
Llamo, busco al tanteo en la oscuridad.
No me vayan a haber dejado solo,
y el único recluso sea yo."

2 comentarios:

Belnu dijo...

Me gusta mucho César Vallejo, aunque ya no tengo sus Completas, que estuvieron un tiempo en mi casa, y tendré que hacerme con ellas algún día, aunque la edición no sea ya aquella bonita...

Animal de Fondo dijo...

Bueno, seguro que en Cuba todavía se podrá encontrar.