domingo, 17 de febrero de 2008

VERSOS DE LUIS ROSALES

Para leer a Luis Rosales no hace falta ningún preámbulo: Luis somos nosotros. ¡Cuántos versos me has dado, Luis Rosales, "¿Volviste, abril?". "Gracias, Dios mío, la casa está encendida". No conocí a Luis Rosales, pero confieso que muchas veces miré, desde la calle, hacia el balcón de Altamirano, en la dirección que él indicaba en su libro. Y siempre vi una luz. Tuve la suerte de leer "Diario de una resurrección" recién sacado del horno, cuando Luis trabajaba, todavía, en el Instituto de Cultura Hispánica:

"CUANDO VIVIMOS TANTO QUE HAY QUE PAGAR EXCESO
hay algo en el amor como una luz suicida,
tal vez es sólo eso,
y hay amores que duran algo menos que un beso,
y besos que han durado algo más que una vida."
30 de marzo de 1977

"HE CAÍDO TANTAS VECES QUE EL AIRE ES MI MAESTRO,
sólo puede acabarse lo que al vivir se olvida,
si nuestro amor fue siempre como una despedida,
cuando todo termine quedará lo más nuestro.
Ya he empezado a morir para aprender a verte
con los ojos cerrados y pienso que es mejor,
para toda la vida no basta un solo amor,
tal vez el nuestro sea para toda la muerte."
22 de agosto de 1977

"CUANDO NO ESTOY CONTIGO SOY MI PROPIO EMPLEADO
y vivo únicamente de una agregaduría;
¡como la araña pende de un hilo viviría!
ya sólo puedo amar pagándolo al contado.
Igual que abre la boca para morir el pez
se dice una palabra removiendo sus heces,
yo he perdido el contacto del vivir muchas veces,
el contacto del aire solamente una vez.
Lo sé. No me lo digas. La carne es la mortaja;
los ojos que te amaron se te han quedado impresos,
y siento al estrecharte que me crujen los huesos
igual que un montacargas rechina mientras baja.
Tal vez tú y yo seamos los bordes de una herida
y siento un desempleo que nos distancia por
que el ritmo de vivir se adelanta al amor
y el ritmo del amor se adelanta a la vida.
Contigo el mundo entero en las pupilas cabe,
la sangre empuja al cuerpo con vuelo alternativo:
esto es un subarriendo que pago mientras vivo
y hay que decir adiós mientras la frase acabe.
Como el agua al pasar bajo el puente se riza
siento un despojamiento de temor y temblor,
la vida se separa del cuerpo en el amor
y tú eres como un soplo que enciende la ceniza.
Un espejo me llama por las noches. Te veo
y el cristal se desnuda igual que una persona,
cuando no estoy contigo tu cuerpo me obsesiona,
cuando estoy a tu lado se me apaga el deseo.
¡Ay si solo quedara la identidad! ¡Ay si
nunca fuéramos dos cuando de ti me alejo!
Lo mismo que la imagen se funde en el espejo
sólo soy cristal tuyo cuando estás junto a mí.
Como el tiempo nos gasta, la vida es un tributo,
y este encadenamiento total codo con codo,
porque a pesar de todo, porque a pesar de todo,
hay algo ya en la flor convirtiéndose en fruto.
Algo hay dentro de mí que aún quiere que le abra
mientras siento en las venas mi sangre tropezar,
pero sé que la espuma no se acaba en el mar
y sé que la saliva se convierte en palabra.
Ni entiendo lo que vivo, ni vivo lo que entiendo,
mas no hay comportamiento que cambie nuestra suerte,
pues el toro en la plaza busca su propia muerte
con la última embestida. Lo sé. Lo estoy viviendo.
Cuando la tarde muere tramonta el sol las lomas,
luego queda el estiércol de la piedad y el lento
saber que nadie vuelve la espalda al sufrimiento
si ha elegido vivir. Pero quedan palomas.
Queda en el Guadarrama una estatua de frío,
y un cáncer de rodillas convirtiéndose en nieve,
y esa mirada tuya como un niño que llueve,
y un cielo que abandona la tierra; y hay rocío,
y hay luz en la caída donde estamos naciendo,
y en la desposesión de vivir al desgaire
como vive la lluvia mientras está en el aire,
como la lluvia vive mientras está cayendo.
Queda este sol de junio que dora las espigas
y la escarcha que tocas y se rompe en pedazos:
como un ala sin pájaro me arrebujo en tus brazos.
Lo sé. Lo estoy viviendo, pero no me lo digas.
22 de marzo de 1978


4 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo por qué no nos debería gustar. Quien lo conoció no duda en decir lo excelentísima persona que fue.

... y como poeta, ahí está su poesía. Impresionante.

Animal de Fondo dijo...

Gracias, anónimo, no sabes lo que me ha ayudado tu comentario. La ignorancia es atrevida. Ya he cambiado la entrada. A veces uno no se da cuenta de las tonterías que dice.
Y, si quieres contarnos algo de Luis, aquí te espera un lector ávido de tus palabras.
¡Gracias!

Xivares dijo...

He caído en tu blog de casualidad. Soy algo más que fan de Luis Rosales. En mi blog quiero creer que me presta su aliento.

Anónimo dijo...

Que maravilla toparme con "mi Luis Rosales en este blog" Es una pena que parte de su obra maravillosa esté "secuestrada". Sabrás que han editado extraordinariamente su primer libro: Abril segundo abril, (1936) Me quedo con tu blog en favoritos para volver. Un cordial saludo. Isabel